Ante la falsedad, la hipocresía, la frialdad y la estupidez de todos los líderes religiosos y políticos (sean del país y de la ideología que sean; ¡abramos los ojos ya!), la obra del gran poeta (físico y matemático, también) chileno Nicanor Parra se hace más necesaria que nunca.
La obra de Nicanor Parra es una especie de oasis literario en el que refugiarse en estos días inciertos y que os recomiendo. Y es que los artistas independientes siempre han sido incómodos a aquellos que se empeñan en dominar (de cualquier modo) al resto de los mortales. El pueblo no debe recibir educación ni cultura; ¡hay que eliminar las ciencias de las humanidades, como la filosofía!; que sean incapaces de discurrir por sí mismos y, de esta manera, serán más fáciles de dominar. Otro ejemplo claro de artista independiente y valiente y que me viene ahora a la memoria sería Pasolini, tan incomprendido y tantas veces malinterpretado por un bando y otro a propósito, con premeditación y alevosía, y..., claro..., acabó como acabó...; pero, bueno, es otra historia de la que ya hablaré en otra ocasión...
Los políticos y los mafiosos: los bandos y las bandas... Acuden a mi memoria la extraordinaria película de Robert Rossen del año 1949 titulada "All the King´s Men" ("El Político", en España), o una carta perteneciente a un juego de mesa (¡ya sabéis que me encantan!) llamado "Cosmic Encounter: Duel", ilustrada magníficamente por Jean-Baptiste Reynaud y que, en ambos casos, se representan y describen a la perfección la figura y labores de un político:
En fin, como dice aquella mítica (¡¿y cuál no lo es?!) canción de New Order, "Turn My Way", lo más complicado en la vida es "want it to be free, want it to be true..." (es decir, "ser libre y ser honesto con uno mismo, verdadero" y, con ello, dormir bien por las noches).
Ser íntegro es una lucha constante y muy complicada, quizás la más difícil de todas. Resistir ante la corrupción económica, política, religiosa, social, moral y de cualquier índole. De alguna u otra manera, en nuestra historia de la humanidad siempre va a existir un individuo superdotado, frío y calculador que intentará meterte el dedo en el ojo, construirte barreras y/o llevarte a su terreno si así le interesa. Y, en estos tiempos de homogeneidad-digital-mental que corren, mantenerse firme en tus convicciones individuales es más difícil que nunca. Ser una roca y evitar la erosión. Rechazar la hipocresía. El llamado "postureo". Decir una cosa de cara a la galería para quedar bien y actuar de una manera muy distinta.
Pero tengo una esperanza: el Arte nos salvará de esta "sociedad anestesiada", como bien dice el periodista Manolo Castillo, la cual (añadiría yo) no se detiene ni un minuto para reflexionar y actuar, y separar su mirada de sus teléfonos móviles. ¡¡El terror surge cuando no hay cobertura!! En fin, es desolador...
Así que ahí van mis consejos finales:
a) si alguna vez se cruzan con un político u algo parecido (que saben "disfrazarse" muy, pero que muy bien), rápidamente métanse las manos en los bolsillos, agarren fuerte sus carteras por si acaso (nunca se sabe) y escóndanse lo mejor que puedan y;
b) sobre todo y lo más importante, lean a Nicanor Parra.
Por cierto: recientemente se ha publicado el libro "Nicanor Parra: Rey y Mendigo", de Rafael Gumucio y editado por Literatura Random House: ¡os lo recomiendo fervientemente!
"Cuba sí, yanquis también".
"La izquierda y la derecha unidas jamás serán vencidas".
"¿Hasta cuándo van a seguir fregando la cachimba? / Yo no soy ni de derecha ni de izquierda / yo simplemente rompo con todo".
Nicanor Parra.
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