viernes, 27 de abril de 2018

"La Llovizna", del poeta Eloy Sánchez Rosillo

LA LLOVIZNA

"Estar allí otra vez, en la mañana
de principios de junio,
andando de tu mano
por la gran plaza, en la que cae ahora
una leve llovizna.

Se desplazan solemnes por el cielo
las grandes nubes, y de pronto se abre
aquí y allá algún claro de oro vívido
en la vieja ciudad de las alturas.

Vienen y van las gentes
de sus quehaceres hacia sus asuntos
y no nos ven siquiera.

A nuestro lado indiferentes pasan;
qué saben de prodigios.
Bajo el paraguas gira nuestro mundo,
solamente por ti y por mí habitado.







Estar allí de nuevo,
en la mañana aquella.
Tus labios rojos en el aire gris,
y, entre risas, tus ojos que en lo oscuro
reflejan un relámpago".

Eloy Sánchez Rosillo.

martes, 17 de abril de 2018

"Terraforming Mars": otro juego de mesa extraordinario y divertidísimo

Como ya dije en una ocasión por aquí alguna vez, los juegos de mesa modernos me apasionan. Del último que escribí fue, si la memoria no me falla, del "Modern Art" (1992), del doctor Reiner Knizia, que, bajo mi punto de vista, es el mejor juego de subastas que conozco. 

Y ahí va otro juego de mesa que nos encanta y al que jugamos muchísimo últimamente (sobre todo mi mujer y yo) es el "Terraforming Mars" (2016), diseñado por los hermanos Jacob e Isaac Fryxelius (de Suecia) y editado en España por Maldito Games

Imagen de un fina de partida el pasado fin de semana


Aunque "Terraforming Mars" podría ser más atractivo estéticamente, este es uno de nuestros juegos de mesa favoritos. 

Su temática es fascinante y está muy bien representada, sobre todo en sus más de doscientas cartas, todas ellas diferentes y, sin duda, lo más potente del juego. 

El objetivo del juego ya aparece en su propio título: todos los jugadores buscarán terraformar el planeta Marte a base de incrementar su temperatura (de -30º C a +8º C), su nivel de oxígeno (a un 14%) y encontrar agua en su superficie (es decir, colocar nueve losetas que representan al líquido elemento). 


Portada de la edición de Maldito Games.

Pero no es un juego cooperativo precisamente, ya que cada jugador manejará gigantescas corporaciones de carácter científico y lucharán al final por tener más puntos de victoria que los rivales, puntos que no sólo los obtendremos por terraformar, sino también por nuestros avances científicos e infraestructuras sobre el planeta rojo. Conseguir que animales y plantas sobrevivan en Marte, experimentos con asteroides, construir ciudades cubiertas de enormes cúpulas, minar en busca de recursos, subir la temperatura mediante industrias energéticas... En fin, muestras de un montón de proyectos científicos muy interesantes, algunos aún son Ciencia-Ficción y otros son realidad (por ejemplo, hay alguna referencia al proyecto M.A.R.T.E (en español, "Experimento Astrobiológico de Tecnología e Investigación para Marte") que tiene por objetivo, entre otros, buscar formas de vida extremófilas (bacterias que sobreviven en unas condiciones de acidez extremas al metabolizar el hierro y el azufre presentes en la región junto con la presencia de agua subterránea) en el subsuelo del Río Tinto (una zona de Huelva (España) que tiene analogías importantes con Marte) y desarrollar tecnología que algún día podrá ser utilizada en la búsqueda de vida en el subsuelo del planeta marciano). De hecho, hay alguna carta que otra con imágenes de las mundialmente famosas minas de piritas de Riotinto. 


"Los Castillos de Borgoña" (o, como le llamamos nosotros, el "Burger von Cangreburgen"), otro estupendo juego de mesa editado en España por Maldito Games

El juego en sí es una maravillosa construcción de mazo que genera un motor muy bien hilada, que funciona a las mil maravillas y que entretiene un montón. Cuando ya sabes jugar (su reglamento no es nada difícil), las partidas suelen durar unas dos horas, más o menos (a dos jugadores) y el tiempo pasa volando. Le ocurre como a otro gran juego de mesa llamado "Los Castillos de Borgoña" (2011), del alemán Stefan Feld y también editado recientemente en España por Maldito Games (una editorial sevillana que en pocos años está haciéndose con un catálogo de juegos de mesa de excelente calidad), otro grandísimo juego del género "eurogame" que no es bonito pero que entretiene un montón. 

En definitiva, "Terraforming Mars" es un juego de mesa absolutamente fascinante, divertido, fácil de aprender, con turnos entre jugadores muy dinámicos y muy recomendable.

viernes, 13 de abril de 2018

John Carpenter, El Roto y los políticos


Uno de mis géneros cinematográficos favoritos siempre ha sido el Cine Fantástico (y con toda su amplitud conceptual, ya que abarca muchos tipos de películas: las de Ciencia-Ficción, Terror, Suspense, y alguna más que se me escapará...). Sin duda, me parece el género más rico, versátil complejo, sobre todo por lo que tiene de metáfora, ya que si analizamos en profundidad algunos films comprobaremos que están hablando de la realidad que nos rodea. Un claro ejemplo de ello sería el magistral director George A. Romero (que en paz descanse) y sus películas de zombis. Echemos un vistazo sino a “Land of the Dead” (su título en español, “La Tierra de los Muertos Vivientes”, 2005): una película claramente política que refleja de manera brillante la corrupción, la lucha de clases sociales y la desigualdad entre los ciudadanos normales de pie de calle (cuyo escalón más bajo, en este caso, serían los zombis) y las clases dirigentes.

El director de Cine, el genial John Carpenter

Y otro maestro del Cine Fantástico se cuela por aquí… Querría hablar también de John Carpenter, uno de los directores norteamericanos quizás más incomprendidos, ingeniosos (para mí, es el director que mejor ha sabido llevar al Cine el complejo mundo de los libros de H. P. Lovecraft sin caer en lo facilón y lo vulgar...) y solitarios del Cine Contemporáneo. Claro está que su filmografía tiene altibajos, pero es autor de auténticas Obras Maestras  como “La Niebla” (1980), “La Cosa” (1982) y “1997: Rescate en Nueva York” (1981); y otras películas altamente interesantes como “El Príncipe de las Tinieblas” (1987), “En la Boca del Miedo” (1995), “Village of the Damned” (1995) y “La Noche de Halloween” (1978).

John Carpenter: uno de los grandes clásicos del Cine

Pero hablando de políticacorrupción y desigualdad social, últimamente me viene mucho a la cabeza una de sus películas más simpáticas y premonitorias: me refiero a su maravillosa “They Live!” (1988; título en español: “¡Están Vivos!”), una magnífica película que aún hoy sigue totalmente vigente (por desgracia, ¡quizás más que nunca y más en España!), que aconsejo ver a todo aquel que no lo haya hecho y un film a reivindicar.

"They Live!" (1988), de John Carpenter; una obra premonitoria


De acuerdo de que no es una de sus películas más redondas, pero el mensaje que tiene “They Live!” está comunicado de manera extraordinaria y con un desparpajo fresco y sorprendente. A simple vista, sólo parece una película más de invasión alienígena al planeta Tierra, pero como digo, si la analizamos en profundidad, vemos que se trata de una mirada certera y aterradora alrededor de las desigualdades sociales que imperan hoy en el mundo; es decir, la mezquina y eterna explotación de los pobres ciudadanos de a pie a manos de las clases políticas y/o más pudientes.


El protagonista es un simple obrero de la construcción  con pocos estudios, con un nivel económico paupérrimo  y que está en paro. No os voy a contar toda la película aquí pero, en un momento dado, el protagonista descubre (mediante unas gafas oscuras que los miembros de una pequeña resistencia  fabrican) que nuestros gobernantes, nuestros jefes de empresa, la clase alta de la sociedad, en definitiva, son unos repugnantes extraterrestres cuyos planes consisten en explotar los recursos naturales de La Tierra a su antojo, manipulando las necesidades del populacho y así controlarlo mejor. Estos extraterrestres sin escrúpulos utilizan la prensa, la publicidad, la televisión (si se hubiera rodado hoy día estaría Internet, por supuesto, y las redes sociales…) para esconder mensajes subliminales que imponen docilidad: “No Penséis”, “Obedeced”, “Consumid”, “Procread”, etcétera.

Uno de los "extraterrestres" de "They Live!"

En definitiva, una película interesantísima con el dorado sello de John Carpenter en la que, como casi siempre en su filmografía, demuestra que el Mal reside en el interior del ser humano, incapaz de controlar sus impulsos más siniestros, y donde hay una aparente tranquilidad que nos rodea en constante amenza. Un film muy divertido pero que, al final, nos hará reflexionar, como todo buen Cine… Os la recomiendo mucho.

Y al hilo de todo esto, también me ha hecho pensar sobre este tema la viñeta de El Roto el pasado lunes, 9 de abril de 2018, en el periódico El País; otra obra magistral de este genial ilustrador que consigue a la perfección reflejar el rostro de nuestros políticos, dirigentes y, en definitiva, la gente corrupta sin escrúpulos que quiere escalar a lo más alto de la sociedad a toda costa como buenos psicópatas superdotados que son, sin importarles nada los demás ni lo más mínimo

"No es País Para Honrados", de El Roto (fragmento escaneado del periódico El País, lunes, 9 de abril de 2018)

En definitiva, son esos seres (¿humanos?) que intentan aparentar que te representan y defienden los intereses del ciudadano pero que, en realidad, sólo buscan conseguir el interés individual...

El rostro que dibuja El Roto es el mismo que el rostro de los extraterrestres de “They Live!” de John Carpenter.

Adolf Hitler, Stalin, Franco, Felipe González, Fraga, José María Aznar, Zapatero, Rita Barberá, Camps, Cristina Cifuentes, la infanta Cristina y Urdangarín, Griñán y Chaves, José Luis Suárez, Jordi Pujol, Junqueras y Puigdemont, Gabriel Rufián y Rafael Hernando Fraile, Pablo Iglesias, Rivera, Mariano Rajoy, Donald Trump, Vladimir Putin, y un triste y desolador etcétera...

Como la película de Carpenter: algo aterrador.

Ampliando el rango de alcance de la obra de El Roto, se podría decir también que "No es el Planeta Tierra Para Honrados"... Y lo más deprimente es que gran parte de la Historia del ser humano la conforma estos individuos...

Con todo, aún hay mucho ingenuo por ahí suelto que cree en ellos… Pero ese “rostro” de El Roto (y el de los marcianos de Carpenter) ya lo conocemos todos y no necesitamos de esas gafas oscuras, ¿verdad? Sobre todo, gracias a gente inteligente y brillante como El Roto o John Carpenter, capaces aún de pensar de manera autónoma y señalando la verdad con el dedo del sabio.

Así que me temo que nada podemos hacer salvo seguir leyendo muchos libros, disfrutar del buen Cine, de la Músicala Poesía, seguir estudiando Filosofía para seguir aprendiendo a pensar por nosotros mismos y a luchar (lo que nos dejen, claro…; porque son muchos y muy poderosos…) para no dejarnos llevar por sus bombardeos de mensajes subliminales con los que intentan manipularnos constantemente…

¡Saludos!