Uno de mis géneros cinematográficos favoritos siempre ha
sido el Cine Fantástico (y con toda su amplitud conceptual, ya que abarca muchos tipos de
películas: las de Ciencia-Ficción, Terror, Suspense, y alguna más que se me escapará...). Sin duda, me parece el
género más rico, versátil y complejo, sobre todo por lo que tiene de
metáfora, ya que si analizamos en profundidad algunos films comprobaremos que
están hablando de la realidad que nos rodea. Un claro ejemplo de ello sería el
magistral director George A. Romero (que en paz descanse) y sus películas de zombis. Echemos un
vistazo sino a “Land of the Dead” (su título en español, “La Tierra de los Muertos Vivientes”, 2005): una película claramente política que refleja de manera brillante la corrupción,
la lucha de clases sociales y la desigualdad entre los ciudadanos normales de pie de
calle (cuyo escalón más bajo, en este caso, serían los zombis) y las clases dirigentes.
El director de Cine, el genial John Carpenter
Y otro maestro del Cine Fantástico se cuela por aquí… Querría
hablar también de John Carpenter, uno de los directores
norteamericanos quizás más incomprendidos, ingeniosos (para mí, es el director que mejor ha sabido llevar al Cine el complejo mundo de los libros de H. P. Lovecraft sin caer en lo facilón y lo vulgar...) y solitarios del Cine
Contemporáneo. Claro está que su filmografía tiene altibajos, pero es autor de
auténticas Obras Maestras como “La
Niebla” (1980), “La Cosa” (1982) y “1997: Rescate en Nueva York” (1981); y
otras películas altamente interesantes como “El Príncipe de las Tinieblas”
(1987), “En la Boca del Miedo” (1995), “Village of the Damned” (1995) y “La
Noche de Halloween” (1978).
John Carpenter: uno de los grandes clásicos del Cine
Pero hablando de política, corrupción y desigualdad social, últimamente me viene mucho a la cabeza una de sus películas
más simpáticas y premonitorias: me refiero a su maravillosa “They Live!” (1988;
título en español: “¡Están Vivos!”), una magnífica película que aún hoy sigue totalmente vigente (por desgracia, ¡quizás más que nunca y más en España!),
que aconsejo ver a todo aquel que no lo haya hecho y un film a reivindicar.
"They Live!" (1988), de John Carpenter; una obra premonitoria
De acuerdo de que no es una de sus películas más redondas,
pero el mensaje que tiene “They Live!” está comunicado de manera extraordinaria
y con un desparpajo fresco y sorprendente. A simple vista, sólo parece una
película más de invasión alienígena al planeta Tierra, pero como digo, si la analizamos en profundidad, vemos que se trata de una mirada certera y
aterradora alrededor de las desigualdades sociales que imperan hoy en el mundo;
es decir, la mezquina y eterna explotación de los pobres ciudadanos de a pie a
manos de las clases políticas y/o más pudientes.
El protagonista es un simple obrero de la construcción con pocos estudios, con un nivel económico
paupérrimo y que está en paro. No os voy
a contar toda la película aquí pero, en un momento dado, el protagonista
descubre (mediante unas gafas oscuras que los miembros de una pequeña
resistencia fabrican) que nuestros
gobernantes, nuestros jefes de empresa, la clase alta de la sociedad, en
definitiva, son unos repugnantes extraterrestres cuyos planes consisten en
explotar los recursos naturales de La Tierra a su antojo, manipulando las
necesidades del populacho y así controlarlo mejor. Estos extraterrestres sin
escrúpulos utilizan la prensa, la publicidad, la televisión (si se hubiera
rodado hoy día estaría Internet, por supuesto, y las redes sociales…) para
esconder mensajes subliminales que imponen docilidad: “No Penséis”, “Obedeced”,
“Consumid”, “Procread”, etcétera.
Uno de los "extraterrestres" de "They Live!"
En definitiva, una película interesantísima con el dorado sello de John
Carpenter en la que, como casi siempre en su filmografía, demuestra que el Mal
reside en el interior del ser humano, incapaz de controlar sus impulsos más
siniestros, y donde hay una aparente tranquilidad que nos rodea en constante
amenza. Un film muy divertido pero que, al final, nos hará reflexionar, como
todo buen Cine… Os la recomiendo mucho.
Y al hilo de todo esto, también me ha hecho pensar sobre
este tema la viñeta de El Roto el pasado lunes, 9 de abril de 2018, en el
periódico El País; otra obra magistral de este genial ilustrador que consigue a la perfección reflejar el
rostro de nuestros políticos, dirigentes y, en definitiva, la gente corrupta
sin escrúpulos que quiere escalar a lo más alto de la sociedad a toda costa
como buenos psicópatas superdotados que son, sin importarles nada los demás ni
lo más mínimo.
"No es País Para Honrados", de El Roto (fragmento escaneado del periódico El País, lunes, 9 de abril de 2018)
En definitiva, son esos seres (¿humanos?) que intentan aparentar que te representan
y defienden los intereses del ciudadano pero que, en realidad, sólo buscan
conseguir el interés individual...
El rostro que dibuja El Roto es el mismo que el rostro de los
extraterrestres de “They Live!” de John Carpenter.
Adolf Hitler, Stalin, Franco, Felipe González, Fraga, José María Aznar, Zapatero, Rita Barberá, Camps, Cristina Cifuentes, la infanta Cristina y Urdangarín, Griñán y Chaves, José Luis Suárez, Jordi Pujol, Junqueras y Puigdemont, Gabriel Rufián y Rafael Hernando Fraile, Pablo Iglesias, Rivera, Mariano Rajoy, Donald Trump, Vladimir Putin, y un triste y desolador etcétera...
Como la película de Carpenter: algo aterrador.
Ampliando el rango de alcance de la obra de El Roto, se podría decir también que "No es el Planeta Tierra Para Honrados"... Y lo más deprimente es que gran parte de la Historia del ser humano la conforma estos individuos...
Con todo, aún hay mucho ingenuo por ahí suelto que cree en ellos… Pero ese “rostro” de El Roto (y el de los marcianos de
Carpenter) ya lo conocemos todos y no necesitamos de esas gafas oscuras, ¿verdad? Sobre todo, gracias a gente inteligente y brillante como El Roto o John Carpenter, capaces aún de pensar de manera autónoma y señalando la verdad con el dedo del sabio.
Así que me temo que nada podemos hacer salvo seguir leyendo muchos libros, disfrutar del buen Cine, de la Música y la Poesía, seguir estudiando
Filosofía para seguir aprendiendo a pensar por nosotros mismos y a luchar (lo
que nos dejen, claro…; porque son muchos y muy poderosos…) para no dejarnos
llevar por sus bombardeos de mensajes subliminales con los que intentan manipularnos constantemente…
¡Saludos!
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