Lo primero de todo: leer el libro, por supuesto.
La primera lectura es "del tirón" y con una libreta al lado para tomar apuntes, dibujar ideas, etc.
Y una segunda y posteriores lecturas para ir fijándome con más atención en aquellos apartados del texto que más me llamaron la atención, perfilando detalles...
Uno de los bocetos previos a lápiz
Como el bueno de Alejandro me dio total libertad a la hora de realizar esta ilustración, yo tenía varias ideas claras de lo que debería ser la portada desde mi punto de vista, sobre todo basándome en aquellos cuentos que más había disfrutado. Lógicamente, como se puede observar en el resultado final, una de las historias que más me interesó fue la titulada “Huitzilopochtli Tonight” (Mención Especial en el Premio Melocotón Mecánico), en la que, en resumen, se describe una sociedad no muy lejana a la nuestra de hoy día en la que la gente sueña con ser ejecutada mediante un tradicional sacrificio azteca televisado en vivo y en directo, cual concurso exitoso de "la caja tonta". ¡Cualquier cosa es válida con tal de ser un famosillo de la tele, aunque sea por poco tiempo! ¡Incluso pagar con la propia vida por tener notoriedad efímera, después de una vida gris y sencilla! En definitiva, un relato lleno de crítica social, ironía y mala uva con la que di más de una carcajada salvaje :-D
Algunos patrones de carácter azteca
Así que decidí concentrarme en dibujar algo que girara alrededor de este cuento en particular pero, de camino (y si podía ser), hacer mención visual (de alguna manera) al resto de cuentos que había leído. No obstante, como podréis observar, durante el proceso de preproducción, producción y postproducción hay infinidad de decisiones, accidentes, cabezazos en la mesa, roturas de lápices y cambios de última hora…
Proceso de entintado
Me leí varios libros sobre Escritura y Arte Azteca (en concreto, los más interesantes que recomiendo al que le interese el tema son: “The Writing System of Ancient Teotihuacan”, de Karl Taube; “El Mensaje Místico de la Piedra del Sol”, del Instituto Cultural Quetzalcoatl de Antropología Psicoanalítica, A. C.; y “Arte Azteca”, de Manuel Aguilar Moreno) y me impresionó la fuerza enorme que las pinturas aztecas poseen, llenas de color pero con una paleta muy limitada, natural y característica. Y, sobre todo, me llamó la atención la composición de algunas de sus imágenes porque, en definitiva, me recuerdan mucho al Arte Secuencial del Cómic (cosa que, por otro lado, ya descubrí en mis estudios de Bellas Artes al centrarme en La Columna de Trajano, en uno de mis trabajos de carrera: era una forma que tenían los antiguos de contar la Historia de manera secuencial, esculpida en mármol, imagen tras imagen, representando distintos períodos de tiempo, como una película de cine o una novela gráfica pétrea...).
Uno de los bocetos para el proceso de selección de colores
También me llamó mucho la atención la manera que tenían los aztecas de describir sacrificios y otras artes crueles pero que, curiosamente, me resultaron peculiarmente cómicas. Así que me dije: “¡esto tiene que ir como un guante en este proyecto!”.
Y así lo decidí y así lo hice...
Muestra de códice azteca original (detalle)
Otro ejemplo de Arte Azteca -Chalchiuhtlicue- (detalle)
Seleccioné una serie de pequeños dibujos que había hecho al margen mientras leía la antología de cuentos y fui maquetando la imagen al estilo de los antiguos códices mexicas, documentos nahuas que describían pasajes de la vida religiosa, histórica y económica de los aztecas. Así que cada dibujito que veis en la ilustración definitiva representa a un cuento de la antología, aunque tampoco es que estén representados todos ellos... De esta manera, le damos cierto misterio a la ilustración, como una especie de jeroglífico; llamamos así la atención del lector y le damos "un juego": el juego de lee el cuento y búscalo en el dibujo ;-)
Uno de los fondos definitivos a elegir para la ilustración final
Como fondo para la ilustración, tenía claro que quería hacer una de mis “pinturas-mineral”, es decir, ésto ya es algo inevitable, como una firma: un fondo con mucha textura y relieve, y que ayudara al conjunto a ser lo más llamativo posible (pero sin pasarse…; siempre es difícil encontrar el término medio… ¡¡vete tú a saber dónde estará!! ¡Já, já, já, já! :-D).
A continuación podéis ver la secuencia de imágenes para la elaboración del fondo. Los materiales son: papel, cartón, gesso, arena, cáscaras de huevo, pan de oro, vendas, fragmentos de periódicos y revistas, acuarelas, acrílico, plástico, etc.
En cuanto a la tipografía para el título del libro, quería una letra grande, clara, fácil de leer, clásica pero, al mismo tiempo, darle un toque futurista o de ciencia-ficción, ya que esta antología se compone de cuentos de carácter fantástico. Y, bueno, más o menos, también quedé satisfecho con el resultado final…
Una de las primeras tipografías, la cual sufrió pequeños cambios posteriormente...
Bueno, pues eso es todo. He procurado explicar, muy brevemente, un largo de proceso de creación en el que se viven mil batallas y en las que he disfrutado muchísimo, ya que hay mucho de mí en la obra final. Y si a ésto añadimos que Alejandro quedó contento también, pues la alegría es mayor.
La satisfacción de crear algo de la nada y que ese algo guste a otra persona, no tiene precio :-)
¡Saludos!
