Hoy me apetece escribir en mi diario sobre uno de los cuarzos rojos malagueños que podemos encontrar en nuestras tierras del sur. ¡Exacto! Aquí “rojocuarzo” hablando sobre el cuarzo rojo ;-)
Creo que en anteriores artículos ya os hablé del cuarzo como especie mineral. En resumen, recordemos que es un dióxido de silicio; que es un mineral muy abundante en el planeta Tierra; que pertenece al grupo de los “Óxidos” o/y “Silicatos”; cuyo sistema cristalino es trigonal; que es ligero, durísimo (número 7 en la escala de Mohs; escala en la cual, para que os hagáis una idea, el talco es el más blando (dureza 1) y el diamante es el más duro (dureza 10), y por eso el cuarzo es considerado una piedra preciosa muy utilizada en joyería; carece de exfoliación pero con una neta fractura concoide y una discreta divisibilidad según las caras del romboedro; tiene brillo vítreo; es intensamente piezoeléctrico y piroeléctrico (ésto creo que la lo expliqué en un artículo anterior, ¿verdad?); es infusible e insoluble en los ácidos a excepción del fluorhídrico (en el que se descompone produciendo vapores de tetrafluoruro de silicio gaseoso), es atacable por las bases fuertes; y cuyos cristales son muy famosos porque casi todo el mundo (tenga del nivel de conocimientos de mineralogía que tenga), al imaginarse una drusa de cristales (¡de cualquier mineral!), dibuja indistintamente prismas hexagonales (más o menos desarrollados) terminados por dos romboedros que simulan una bipirámide hexagonal. La otra iconografía común es la de una drusa de cristales cúbicos (de calcita, galena, …). Esta reflexión marginal podría ser tema para otro artículo: la falta de rigurosidad y de un mínimo de documentación a la hora de ilustrar los minerales en productos populares como videojuegos, cómics, juegos de mesa, etc. Lo anoto para una próxima ocasión.
En cuanto a su color, lo más común es que el cuarzo sea blanco: fijaos, por ejemplo, en la playa, donde aparece en muchísimas rocas formando vetas blancas. Es también frecuente encontrarlo transparente o hialino (si es puro), aunque la presencia de iones o de materiales extraños puede producir la aparición de los colores más variados: cuarzo violeta o amatista, cuarzo morión o negro, cuarzo azul, cuarzo verde, cuarzo rosa, etc.
En el caso del que os hablo, se tratan de una piezas de cuarzo ferruginoso que hallé con muchísima suerte en uno de los paseos senderistas que mi mujer y yo solemos realizar, y las encontré en un lugar de reducida extensión, accidental y muy puntual al este-sureste del Cerro de Santo Pítar (en Málaga) y, curiosamente, no fue en ninguna de sus minas de cobre que allí se encuentran, sino en un corte de un talud en desmonte cerca de la carretera asfaltada que une Comares con Málaga. Son unos clústers de cristales-aguja milimétricos muy bonitos, brillantes, frágiles, numerosos, que crecen en plan "erizo" y de precioso color rojo-marrón-anaranjado debido a la presencia de inclusiones de óxidos de hierro hematites-goethita, encajado todo en unos filones de las rocas calizas turbídicas (calizas alabeadas), grauwacas y pelitas (del devónico; es decir, aproximadamente unos 400 millones de años) típicas de la zona y según el mapa geológico 1:50000 del IGME. Os muestro aquí algunas imágenes de dichas piezas.
Son cristales en aguja de cuarzo ferruginoso muy similar a los que se hallan en Marruecos (aunque no tan espectaculares en cuanto a tamaño se refiere), con un desarrollo del prisma muy estirado, de similar tamaño entre ellos (ninguno llega al centímetro), que crecen a placer tapizando la roca y formando a veces pequeñas geodas, con hábito trigonal y pequeña cara-z (a veces muy difícil de ver siquiera) y una de las caras romboédricas alargada en exceso: algo que en cristalografía se denomina “hábito Dauphiné”. En este caso concreto, tenemos una sola cara romboédrica alargada (no dos) –al menos, en lo que he podido observar al microscopio aunque a duras penas, pues los cristales son muy pequeños y es complicado determinar algunas aristas-.
En general, una cara del cristal es mayor porque ha crecido más despacio que las otras caras y esta distinta velocidad de crecimiento se pueden deber a diversas causas:
a) un desigual suplemento de moléculas de ácido de silicio durante el crecimiento debido al paso de otros fluidos en la solución líquida;
b) un desigual aporte de moléculas de ácido de silicio durante el crecimiento debido a la presencia de otros cristales obstaculizando la difusión de dichas moléculas;
c) la presencia de material muy fino (bolsas de detritos) que precipita en un lado del cristal por gravitación. Normalmente esto estimula el crecimiento (el material es extremadamente fino y altera la superficie del cristal, causando defectos de crecimiento, convirtiéndolo en inestable temodinámicamente hablando y, por lo tanto, son puntos de partida para facilitar la suma de más iones o, en el caso del cuarzo, más moléculas de ácido de silicio).
Para el que quiera profundizar más en estos apasionantes temas, os recomiendo leer libros de geología, mineralogía y/o cristalografía. ¡Solamente sobre la especie del cuarzo y su variedad de colores y cristales, por ejemplo, habría para escribir varios libros! Pero si queréis una consulta más rápida y accesible, tenéis una maravillosa página de Internet dedicada sola y exclusivamente al mineral de cuarzo llamada “The Quartz Page” (está en inglés), cuyo link es: http://www.quartzpage.de/index.html ¡Os la recomiendo! ;-)
Algunos cristales de estos cuarzos ferruginosos malagueños son transparentes; la mayoría son traslúcidos, por lo que no se parecen a los famosos cuarzos rojos o “jacintos de Compostela” de Valencia ni a los cuarzos rojos malagueños de la zona del Trías Keuper en Antequera (y de los que ya hablaré en un próximo artículo), los cuales son opacos, tienen diferentes hábitos cristalinos y gozan de un brillo vítreo más intenso.
Todo lo anterior dicho, los miles de cristalitos y la manera de crecer indica que estos cristales de cuarzo ferruginoso se desarrollaron muy deprisa a una temperatura relativamente baja. Un crecimiento rápido de los cristales es debido a una caída rápida de la temperatura y/o de la presión en su ambiente de formación, indicando una actividad tectónica activa o medios salinos que se enfriaron rápidamente.
En cuanto a los óxidos de hierro, en su mayor parte se tratan de hematites, que a veces aparece como una costra rojiza en la superficie del cristal. También existe la presencia de goethita-limonita, que le da a los cristales de cuarzo ese color rojo-anaranjado tan llamativo.
A pesar de que en la zona es abundante la presencia de sulfuros y carbonatos de cobre (a parte de hierro), en ninguna de estas piezas hay ni el más mínimo rastro de cobre, al menos no de calcopirita, covellina, malaquita y azurita (y que sí encontramos, por cierto, otro día, en algunas muestras diseminadas por el caminito de tierra que sube a la cumbre del Cerro Santo ^Pítar desde la carretera asfaltada).
Vistos al microscopio, estos agregados de cristales son espectaculares. Como suelo decir siempre, todos estos colores y formas geométricas despiertan mi imaginación, dibujando paisajes fantásticos, y sueño despierto reduciéndome de tamaño para poder caminar entre tales monumentos químicos naturales, como tantas veces hizo el gran Moebius con los personajes de sus cómics. ¡Me apasiona pasear con la mente por estos espacios cristalinos!
Málaga es un lugar único en el mundo y muy interesante también desde el punto de vista geológico y mineralógico (no todo van a ser espetos de sardinas y playa). Por ejemplo, hace relativamente poco (en el año 2009), los geólogos María Dolores Ruiz Cruz (que en paz descanse) y Carlos Sanz de Galdeano descubrieron un mineral rarísimo en Fuengirola llamado suhailita (una rara mica trioctaédrica rica en ion amonio) y que fue todo un acontecimiento científico mundial.
Málaga es una provincia singular y extraordinaria en cuanto a interés científico, petrológico, mineralógico y coleccionístico, y son estos intereses los que ayudan a conocer y difundir la importancia de la peculiar geología malagueña, tristemente ignorada por muchos, entre ellos nuestros representantes políticos tanto a nivel local como nacional. En fin… Bueno, no voy a seguir por este camino que me conozco y me enciendo…
No me extiendo más: ¡espero que os guste este artículo!
¡Un saludo a todos, cuidaos mucho, suerte y gracias por leer!
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