lunes, 11 de junio de 2018

¿Quién me gustaría de ministro del gobierno de España?

Pues lo tengo muy claro: a Groucho Marx y a don Andrés Rábago García (El Roto).  A los dos les bastaría y les sobraría. Y con sólo dos ministerios, que sale más barato para este pobre país, el cual no se puede permitir tanto gasto público. Aunque estoy seguro que ninguno de los dos se hubiera metido (o se metería que, afortunadamente, El Roto está vivo) en estos berenjenales. Así que España está abocada al desastre sin remedio, no hay duda.

 Groucho Marx

Siempre que leo ciertas frases de Julius Henry Marx,  me acuerdo de la política española y la madre que la parió, porque Groucho la define a la perfección:

“La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos en cualquier parte, diagnosticarlos incorrectamente y aplicar los remedios equivocados”.

Vamos, tal cual...
Y, sin duda, esta otra que define perfectamente los principios éticos y morales de estos sinvergüenzas que salen tantas veces en la televisión riéndose (de verdad, ¿por qué ríen? ¡Es que hay que tener mucha jeta!):

“Estos son mis principios. Si no le gustan… tengo otros”.

Así que, cuando estéis delante de un político (¡ojalá nunca llegue ese momento de mala suerte!), por si acaso, meted las dos manos en los bolsillos; sobre todo  en aquel donde llevéis la cartera.

 Y, por otra parte, lo dicho: mejor que El Roto siga dibujando, pintando y creando sus obras tan certeras y brillantes, y no le pase como a Pedro Duque (¿de verdad sabe este hombre dónde se ha metido...? Qué sorpresa (y qué decepción) me llevé cuando lo vi prometiendo el cargo de ministro de Ciencia... Se me cayó un ídolo al suelo...). 

Véase, por ejemplo, esta genial viñeta:

 Viñeta de El Roto (junio 2018)

"Humanizar a los robots, robotizar al hombre".

Vamos, es que viendo la tendencia que lleva el mundo hoy día, creo que George Orwell se quedó muy corto con su magistral novela, "1984". Si se levantara de su tumba estoy seguro que no saldría del asombro.

Cuando he visto hoy esta obra de El Roto he pensado: ¿conseguirá encauzar Pedro Duque el avance tecnológico tan desorbitado y descontrolado en el que estamos inmersos y que tanto nos está trastocando como seres vivos, y devolver la importancia que tienen las Ciencias de Humanidades a la Educación? ¿O será inevitable que, finalmente, nos convirtamos en frías máquinas programadas sin empatía alguna? ¿Sólo van a tener importancia en la vida el dinero, el software, el hardware, los números, las redes sociales, los dispositivos móviles digitales y ya está? ¿En serio? ¡Bueno, este hombre es un astronauta! ¡¡Seguro que lo logra arreglar, vamos!!

Hay que reconocer, no obstante, que la tarea va a ser harto difícil, sí...

Saludos y, viendo el panorama, espero de verdad que sea leve...