martes, 12 de septiembre de 2017

"Modern Art" y los juegos de mesa

Todos los que me conocen saben que me apasionan los juegos de mesa o también llamados juegos de tablero. Me gusta cómo lo denominan los franceses: jeux de société. Son juegos ideales para disfrutarlos "en sociedad", con la mujer, con la familia, con los amigos y, en general, con todo aquel que quiera pasar un rato agradable y ameno. Creo que es una de las maneras más sanas y baratas de divertirse y, a la vez, estimular la masa gris. Ya sabemos por los antiguos sabios que hay que ejercitar el cuerpo y la mente. Y los juegos de mesa es una muy buena manera de hacerlo.

Que recuerde, desde que tenía siete u ochos años, jugaba al ajedrez con mi padre al menos dos veces al mes (tres cuando era necesaria una revancha, aunque casi siempre me ganaba él) y, me viene a la mente también aquellos veranos en el pueblo de La Cala del Moral de Málaga, donde jugábamos de todo hasta las tantas de la mañana con la familia. ¡Eran verdaderos maratones de resistencia! El parchís, la oca, el remigio, los Juegos Reunidos Geyper (la caja tenía material y reglas para poder jugar a unos cincuenta juegos diferentes), las siete y media, el dominó, las damas, el póker, el Mastermind, el Yahtzee (aunque mi padre lo llamaba de otra forma que ahora no recuerdo...), la ronda, el Monopoly, los Barquitos, el Misterio, el Scrabble, el Rummikub (que es como el remigio pero con piezas de baquelita), el Trivial Pursuit, el Pictionary, el Scattergories, ... En fin, un largo etcétera de juegos clásicos que la gente de mi generación seguro que ha jugado alguna vez.

Y hoy día sigo jugando. Ya se que aún en nuestra cultura española (aunque la cosa va cambiando lentamente) no está asumido por los adultos, como en otros países del centro y norte de Europa. Jugar a juegos de mesa no tiene edad. ¡Hay juegos para todos los gustos y edades! ¡De lo que sea! Siempre pienso que en esos países europeos juegan más en casa porque tienen peor clima, salen menos a disfrutar en la calle y los juegos de mesa es una genial oferta de ocio para ellos. En España, por ejemplo, tenemos una manera "más mediterránea" de reunirnos.

Ahora, el panorama de los juegos de mesa es muchísimo mejor que en los años de cuando yo era niño, con más variedad de oferta (¡hay infinidad de temáticas, niveles de dificultad, temáticas, etc., donde elegir!), más calidad de componentes (en general) y mayor difusión gracias a las nuevas tecnologías. Así es: las nuevas tecnologías que tanto critico tienen sus cosas buenas y sus cosas malas. Como todo.

Actualmente, cuento con una colección de unos ciento ochenta juegos (entre clásicos y modernos; en tablero y/o formato digital). Evidentemente, no tengo tiempo para jugarlos a todos; es imposible. Y ni que decir tiene que nunca me aburro, por supuesto. Más que juegos de mesa, se podría considerar que muchos son un objeto de colección y con los que disfruto muchísimo tan sólo abriendo la caja, aspirar el olor a papel, cartón y plástico, mirar sus componentes o leer uno de sus reglamentos. Creo que hay algo de fetichismo en ello... no sé... ¿Es grave, doctor?

Hoy me he animado a escribir aquí sobre uno de los últimos títulos que he adquirido y con el cual estoy contentísimo, y que es el juego "Modern Art" (1992), del Dr. Reiner Knizia (un diseñador de juegos de mesa alemán que es un genio de las Matemáticas; ¡el hombre lleva ya más de trescientos juegos diseñados y no para!). "Modern Art" es un sencillo juego de subastas (el mejor que conozco) y que también se puede considerar ya un clásico, pues el Dr. Knizia lo creó en 1992; no es tan famoso como los anteriormente citados, y por eso vengo a hacer justicia y a hablaros de él aquí. Además, la empresa Cool Mini Or Not (CMON) ha realizado una magnífica nueva edición en este año 2017, muy recomendable si os gusta el Arte Contemporáneo y las subastas de obras  ;-)


Portada de la nueva edición de "Modern Art" de Knizia, de la mano de CMON.

Contraportada.

Al margen de que el juego debería llamarse "Contemporary Art" en vez de "Modern Art" (ya sabemos que el Arte Moderno abarcaría desde mediados-finales del siglo XIX apróximadamente hasta mediados del siglo XX; mientras que el Arte Contemporáneo es el arte posterior a 1950-1960 hasta nuestros días), como digo, este es un producto realmente muy bien hecho.

El Dr. Reiner Knizia, autor de "Modern Art" (fotografía de Andhegames).

Si tenemos en cuenta que esta edición de CMON es un producto de importación y que sólo me ha costado entorno a los 30 €, viendo la calidad excepcional de sus componentes y el diseño de producción (en general), es sorprendente que sea tan barato teniendo en cuenta los precios que se barajan hoy en el mundillo de los juegos de mesa.

Abriendo la caja de "Modern Art": el libreto de reglas e información sobre los artistas que ilustran el juego.

Insisto y subrayo: no sé si se podrá apreciar bien en mis fotos, pero estoy MUY impresionado con la calidad del mismo dado su precio. Entusiasmado con mi nueva adquisición... ¡Vaya! Ahora estoy hablando como un marchante de arte... será posible...  :-P 

No me quiero extender más de lo necesario (cosa difícil cuando escribo sobre temas que me gustan), pero decir que, por ejemplo, el manual del juego es una maravilla, tanto por su contenido, estructura y lo bien maquetado que está.

Contenido de la caja.

Al abrir la caja, la sensación es muy buena, con un gran grosor de los cartones que no me esperaba para nada y, como digo, una calidad de materiales, en general, sorprendente. Insisto que no es lo habitual hoy día para un juego de tablero de 30 €. 



Bolsitas zip para dar y regalar: ¡siempre vienen genial!

Además, cuenta con varias bolsitas zip de sobra. ¡Ay, qué me gustan estas bolsas para tenerlo todo ordenadito! Son pequeños detalles que se agradecen mucho.

Las cinco pantallas del juego.

El Museo Reina Sofía de Madrid (fotografía de esmadrid.com).

Tate Modern de Londres (fotografía de tate.org.uk).

El Museo Guggenheim de Nueva York (fotografía de guggenheim.org).

El Museo de Arte Moderno de Sao Paulo (fotografía de cavicaplace.blogspot.com.es).


Esta edición está llena de detalles y si te gusta el Arte Contemporáneo vas a darte cuenta de muchos de ellos y los vas a disfrutar. Por ejemplo, al margen de las obras artísticas que aparecen en las cartas, las pantallas que cada jugador tendrá delante para ocultar el dinero que tiene durante la partida, representan a diferentes edificios de museos de Arte Contemporáneo muy notables por su arquitectura, como el Centro Pompidou de París, el Tate Modern de Londres, el Reina Sofía de Madrid, el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo y el Museo Guggenheim de Nueva York.

Una de las pantallas que representa al Centro Pompidou de París.

Centro Pompidou de París (fotografía de parisando.com).

Las cartas están magníficamente ilustradas por las interesantes obras de cinco artistas reales de Arte Contemporáneo: Daniel Melim, Manuel Carvalho, Rafael Silveira, Ramon Martins y Sigrid Thaler. En el reglamento del juego hay un apartado llamado "Artbook" donde se habla un poco sobre la vida de cada uno y su obra. Un detalle, para mí, extraordinario y que le añade mucho valor al producto final.

Además, añadir que las cartas son de un gramaje muy bueno, el tamaño es de 120x80 (tamaño "Dixit") y son agradables al tacto. ¿Qué para disfrutar y apreciar mejor una ilustración se necesitarían cartas de tamaño A2 mínimo, A1 ó A0? Pues sí, así es. Los que nos dedicamos a ésto lo sabemos. Pero entonces... ¡no habría mesa para jugar! ¡¡Y a ver quién es el guapo que las baraja!!  ;-)

Detalle de la textura de la superficie de una de las cartas.

Yo las he enfundado con fundas Mayday Magnum 120x80 mm. y van perfectas. Además, caben en la cuna de la caja enfundadas sin ningún problema (¡otro gran detalle a tener en cuenta y que es de agradecer!), como se puede ver en la siguiente fotografía: 

Todo cabe en la caja perfectamente, debajo y encima de la cuna: ¡hasta las cartas enfundadas!

Por cierto, que aquí señalaría el único detalle que no me ha gustado tanto de esta producción: la cuna es blanca, de cartón fino y muy sosa. Ya que lo han hecho todo tan bien, podrían haberle dado el toque maestro final... pero bueno... Tampoco es algo importante. Podría decirse que representa las asépticas paredes blancas de un museo de Arte Contemporáneo  ;-) 

El resto del diseño es una preciosidad. Fijaros en los cuatro laterales de la caja, por ejemplo:





Ver este tipo de producto, con un Diseño Gráfico y unas ilustraciones tan valientes y extravagantes en un mundillo tan estándar y "acartonado" (que dijo un día el gran Chema Pamundi...) como es este de los juegos de mesa, la verdad es que es un gran soplo de aire fresco. Al principio pensé que quizás, durante la primera partida, nos confundiríamos con el tema de diferenciar los colores y los diferentes artistas pero, en nuestro caso, no fue así. Después de varias partidas, nos dimos cuenta de que todo transcurrió de maravilla y sin problema alguno.

Una muestra de cinco cartas de los trabajos de cinco artistas que forman parte de esta edición de "Modern Art": Manuel Carvalha, Ramon Martins, Daniel Melim, Rafael Silveira y Sigrid Thaler.


Sólo me queda aplaudir a CMON por este trabajo tan bien hecho. Con juegos así, apetece sacarlos a mesa y disfrutarlos. Es un juego divertido, tiene su estrategia aunque sin llegar a abrumares estimulante, las partidas duran algo menos de una hora, es de 3 a 5 jugadores (aunque tiene un modo para 2 jugadores que leí en la "Board Game Geek" que  probaré con mi mujer...; ya os contaré...) y una edad recomendada de 14 años o más

Tablero principal

La única dificultad que le veo (al margen de que es una edición de importación y está en inglés, pero no es un juego dependiente del idioma) es que, al principio, tendrás que aprenderte los cinco símbolos que representan a los cinco tipos de subastas diferentes que hay. Podrían haber puesto una especie de recordatorio por detrás de cada pantalla de jugador, aunque quizás no lo hicieron porque rompería la estética del conjunto. Pero vamos, que al cabo de un rato, te acostumbras. La pieza del martillo de cartón es innecesaria, pero le añade gracia y me gusta.

En los juegos se simplifica mucho cualquier temática que tratan (es lógico y normal, claro) y "Modern Art" no es una excepción, sin duda. No obstante, mientras juegas, es curioso pero no es difícil meterte en el papel de un acaudalado marchante de arte que puja por una u otra obra según vaya la partida. Creo que es un juego extremadamente simple y que cumple a la hora de representar el tema del que trata de manera minimalista y certera. Dará que pensar a más de uno...

Un clásico de los juegos de mesa como es "Modern Art" del maestro Reiner Knizia merecía una edición tan buena como esta, sí señor. ¡Y hay que celebrarlo!

¡Saludos, a disfrutar de los buenos juegos de mesa y de todo lo que se pueda!  :-)