jueves, 21 de diciembre de 2017

La Estrella y la Luna

La Estrella y la Luna
Técnica mixta sobre papel. Diciembre 2017.


A mi mujer, Rocío
mi ángel, mi luz, mi vida

mi Sol

lunes, 11 de diciembre de 2017

Málaga: "Ciudad del Paraíso", de Vicente Aleixandre.

"Siempre te ven mis ojos, ciudad de mis días marinos.
Colgada del imponente monte, apenas detenida
en tu vertical caída a las ondas azules,
pareces reinar bajo el cielo, sobre las aguas,
intermedia en los aires, como si una mano dichosa
te hubiera retenido, un momento de gloria,
antes de hundirte para siempre en las olas amantes.



Pero tú duras, nunca desciendes, y el mar suspira
o brama, por ti, ciudad de mis días alegres,
ciudad madre y blanquísima donde viví, y recuerdo,
angélica ciudad que, más alta que el mar, presides sus espumas.

Calles apenas, leves, musicales. Jardines
donde flores tropicales elevan sus juveniles palmas gruesas.
Palmas de luz que sobre las cabezas, aladas,
merecen el brillo de la brisa y suspenden
por un instante labios celestiales que cruzan
con destino a las islas remotísimas, mágicas,
que allá en el azul índigo, libertadas, navegan.

Allí también viví, allí, ciudad graciosa, ciudad honda.
Allí donde los jóvenes resbalan sobre la piedra amable,
y donde las rutilantes paredes besan siempre
a quienes siempre cruzan, hervidores en brillos.

Allí fui conducido por una mano materna.
Acaso de una reja florida una guitarra triste
cantaba la súbita canción suspendida del tiempo;
quieta la noche, más quieto el amante,
bajo la lucha eterna que instantánea transcurre.

Un soplo de eternidad pudo destruirte,
ciudad prodigiosa, momento que en la mente de un dios emergiste.
Los hombres por un sueño vivieron, no vivieron,
eternamente fúlgidos como un soplo divino.

Jardines, flores. Mar alentado como un brazo que anhela
a la ciudad voladora entre monte y abismo,
blanca en los aires, con calidad de pájaro suspenso
que nunca arriba. ¡Oh ciudad no en la tierra!

Por aquella mano materna fui llevado ligero
por tus calles ingrávidas. Pie desnudo en el día.
Pie desnudo en la noche. Luna grande. Sol puro.
Allí el cielo eras tú, ciudad que en él morabas.
Ciudad que en él volabas con tus alas abiertas".


Don Vicente Aleixandre (1898 - 1984).

sábado, 2 de diciembre de 2017

"Islamabad", de Los Planetas.

Un tema magnífico de Los Planetas sobre religión y política, que me emociona cada vez que lo oigo... Una lástima que nuestros dirigentes políticos y religiosos mundiales no escuchen esta canción. Y lo más triste es que me temo que, si lo hicieran, no iban a comprenderla... O quizás sí, pero todo seguiría igual de mal... No les interesa otra cosa...

Ahí va la letra:


"Tú sabes perfectamente lo que estoy diciendo
Entiendes perfectamente lo que pretendo
Intentar convencerte es perder el tiempo
A ti lo que te pasa es que tienes miedo de lo que no conoces
Te crees que sabes todo y ninguna persona puede saberlo todo
El hombre llama Dios a todo lo que no conoce
Solo es un concepto humano, solo es un hombre
Solo existe en nuestra cabeza, es ahí donde tiene la fuerza
Es inútil negar su existencia, todo el mundo lo tiene en la conciencia
Si lo nombras todos sabemos lo que dice
Si le cambias el nombre lo que consigues es partirnos el mando
Y si nos dirige el mueve la guerra ten “cuidao” con lo que dices


Ahora tú lo que quieres es dividirnos
Porque tienes miedo de perder tu sitio
Sabes que sin violencia estarías perdido
Y le metes tu mierda de miedo en el hocico
A los ignorantes y los “corrompidos”
A gregarios y serviles a los que has dormido
Con tele mala y con ansiolíticos” pa” quitarles lo poco que hemos conseguido
En cientos de años y millones de muertes
De las hermanas y hermanos más inocentes
“pa” estrujar vuestras manos en basura indecente
Dios sabrá vengarnos, Dios es grande siempre


Los atentados son de falsa bandera, atacas a los tuyos por dinero
Que te llevas a paraísos fiscales, dinero con sangre, de tus hermanos a los que traicionaste
Tú no tienes miedo a lo que estoy diciendo
No quieres que nadie sepa lo que pienso
Niegas lo que nuestros ojos están viendo
Eres enemigo de cualquier conocimiento
Y deberías temerle al todo poderoso
Porque él quiere vernos muertos a todos
El espacio es infinito y estamos solos
Todo es inerte, solo estamos nosotros
Luchando contra la naturaleza porque solo existe vida en este planeta
Un milagro que crezcan flores en la tierra
Al final siempre recoges lo que siembras


Estoy cayendo “parriba”
Mami dame la bendición
y aunque no consiga nada
tuve mucha ambición
las calles están malas
necesitan medicación
antes no le temía a nada
y ahora le temo a perdelo “to”


Estoy cayendo “parriba”
Mami dame la bendición
y aunque no consiga nada
tuve mucha ambición
las calles están malas
necesitan medicación
yo no le temía a nada
y ahora le temo...".


"Islamabad" (2017), compuesta por J y Yung Beef.
Julián Méndez: bajo. Eric Jiménez: batería. Florent Muñoz: guitarra eléctrica. Banin Fraile: teclados y guitarra eléctrica. J: voz (música) y guitarra eléctrica.

"Islamabad" significa "ciudad del islam".

martes, 21 de noviembre de 2017

"The Joshua Tree Residence": un proyecto arquitectónico espectacular de James Whitaker

El "Joshua Tree Residence" es un peculiar proyecto diseñado por el arquitecto James Whitaker que me ha llamado mucho la atención. 

The Joshua Tree Residence, de James Whitaker

Hecho con contenedores (sí, sí; contenedores de transporte) en mitad del desierto de California. Me encanta. Pareciera un grupo de cristales blancos de alguna especie de zeolita en la matriz de una enorme y árida roca.

martes, 14 de noviembre de 2017

Sobre la ilustración de Pachi dedicada a Chiquito de la Calzada

De todas las ilustraciones que he visto dedicadas al gran Chiquito de la Calzada (genial humorista malagueño, innovador, que creó un lenguaje propio y que, como muchos críticos de Cine afirman, estoy seguro de que si don Luis García Berlanga lo hubiera descubierto en su época más brillante, se habría convertido en un actor maravilloso, de la categoría de Pepe Isbert por lo menos...); decía, que de todos los dibujos dedicados a su memoria, este de Pachi es el que más me emociona.

Ilustración de Pachi dedicada a Chiquito de la Calzada

Quizás sea porque un día, hace ya mucho tiempo (quizás diez años o así) tuve la suerte (porque siempre he admirado a Chiquito como creador y artista valiente que inventa algo nuevo) de encontrarme a don Gregorio con su mujer, doña Josefa (Pepita), comprando un traje en la planta de Caballeros de El Corte Inglés. Se les veía atareados, pues llevaban varios pantalones (de talla pequeña; él era muy bajito...) en los brazos. Como soy muy tímido, solamente les saludé inclinando la cabeza hacia adelante, estilo japonés:
- "Buenas tardes, Chiquito. Buenas tardes". Yo no sabía cómo se llamaba ella.
Y Chiquito y ella, educadamente, me respondieron:
- "Mú buena tarde, joven". E intercambiamos los tres una sonrisa.

Nada más. No quería dar la lata pidiéndole un autógrafo en un momento de privacidad. Me alejé y después, simulando que yo también iba a comprar algo por allí, les volví a mirar. De mí brotó una sonrisa. Siempre defiendo que hay personas a las que deberíamos cuidar mucho (en vida, claro) porque, como oí decir a alguien hace poco, tienen la varita mágica con la que logran mejorar nuestro estado de ánimo y, para eso, no hay nada mejor que la risa.

Sabemos que hay personas que pretenden ser graciosas y nunca lo consiguen. Y hay otras que, sin quererlo, tienen ese arte. Es un don innato. De todas maneras, en aquella ocasión mi sonrisa fue más bien de ternura que de otra cosa.

Posteriormente, ya pasado un tiempo y fallecida Pepita, mi mujer, su tía y mi suegra se encontraban a Chiquito frecuentemente paseando tranquilo por las calles de Huelin, pues vivía por allí, y charlaban un rato de cómo le iba. Mi mujer, Rocío, tiene una foto muy, muy bonita junto a él. Era un hombre afable, muy educado y muy sencillo. Y la sencillez siempre es una enorme lente que agranda a las personas que son geniales.

Genio y figura.

D.E.P., don Gregorio.

viernes, 27 de octubre de 2017

"Las Acacias", de Pablo Giorgelli. La belleza de las pequeñas cosas.

"Las Acacias" (2011), de Pablo Giorgelli, es una de las películas más hermosas que he visto en los últimos tiempos, con un ritmo muy lento, con personajes creíbles, auténticos, de verdad, unos actores que saben interpretar con los ojos (¡impresionante el trabajo de Germán Da Silva!), con una dirección impecable (a simple vista puede parecer una película muy fácil de rodar pero no es así) y una historia fresca, espontánea, que hace un sorprendente trabajo de funambulismo intentando no caer en la monotonía y que, al final, consigue hasta emocionar. Impresionante.

Los tres protagonistas principales de la película: Rubén, Jacinta y la pequeña Anahí


Reconozco que la conseguí ver en un segundo intento porque este film requiere tranquilidad, sensibilidad, paciencia y que el espectador ponga mucho de su parte y, si consigues todo eso, verás recompensado tu esfuerzo porque descubrirás una auténtica maravilla; una pequeña-gran-obra-maestra totalmente fuera de la modas cinematográficas de hoy día y que se toma el tiempo justo y necesario en cada escena para conseguir finalmente lo que se propone.

Cartel de la película


No obstante, soy consciente de que no gustará a mucha gente. Hay que ser muy, MUY valiente para realizar y producir una película así, a contracorriente, en estos tiempos especialmente materialistas que corren, llenos de prisas, donde se da más visibilidad al cine norteamericano "made in Hollywood",  donde se vende juventud todo el rato, se da eco a la estupidez por encima de todo, al consumo por el consumo y a personajes huecos de cartón piedra. 

Pero en esta película argentina del director Pablo Giorgelli, no. En esta película se da visibilidad a personajes que en la vida real parecieran invisibles pero que existen, que están ahí. Gente real con verdadero valor. Como decía Robert De Niro en su película, "Una Historia del Bronx": 

"no hace falta valor para apretar un gatillo, pero sí para madrugar cada día y vivir de tu trabajo. En la vida hay dos caminos: el del dinero fácil y el del trabajo duro...". 

Gente realmente interesante, importante y que tendrían mucho que contar si se les diera alguna vez la oportunidad.

El actor Germán Da Silva con la pequeña estrella de la función, Nayra Calle Mamani


Además, en "Las Acacias" tenemos la rara ocasión de contemplar Cine en estado puro: como siempre digo a los que me conocen, una película sin voz en off, una película sin apenas diálogo pero que con las imágenes ya diga muchas cosas (siempre pongo, por ejemplo, una película puramente cinemática, ejemplar y extraordinaria como es "Apocalypto", de Mel Gibson), es un film muy difícil de llevar a cabo porque ahí podemos encontrar la esencia del verdadero Cine. Así que... ¡¡enhorabuena a Pablo Giorgelli por esta obra de arte en movimiento y gracias por su valentía!! ¡Todavía tengo grabada en la mente la mirada de la pequeña Anahí y eso que han pasado ya varias semanas desde su visionado! 

Es una película que te desarma. Una rara avis muy recomendable para todos aquellos a los que os apasione el Séptimo Arte.

¡Saludos y a disfrutar del buen Cine!

lunes, 2 de octubre de 2017

Buscad el amor y la belleza...

Y ante tanta gente gris, manipuladora y manipulada; unos cuantos "listos" sin escrúpulos, superdotados psicópatas hartos de comer langostas, caviar, percebes y ostras aprovechándose de la ingenuidad y la necesidad de un puñado de ingenuos descerebrados con pocos muebles en la sesera y pocos euros en la cartera... Y todo el rato hablando de política; a mantener vivo el "circo mediático", sí señor; ¡eso es!, se trata de distraer y olvidar los problemas reales de la plebe hambrienta... 

"Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro", que dijo Einstein... Está claro. Hoy día tenemos a la mano un montón de ejemplos que certifican esta célebre frase.

Ante toda esa masa de humo y podredumbre, menos mal que existen las Artes: la Música, la Poesía, el Cine, la Pintura, la Arquitectura, la Literatura, la Escultura... Menos mal.

Menos mal porque el Arte es una ramita de esperanza a la que agarrarse ante tanta sinrazón plúmbea que domina nuestros tiempos en la que nadie se escucha, nadie lee lo que escribe el otro, nadie se esfuerza por entender al que tenemos enfrente. Nadie. Es imposible que exista el diálogo. Imposible. Pero quizás el Arte sea una vía... Ojalá lo fuera...

Ante esta oscura ceniza gris, menos mal que tenemos el brillante color del Arte que nos hace volver a ser humanos, por fin.

Haced caso a Ramón Trecet cuando dice: "Buscad la belleza: es lo único que merece la pena en este asqueroso mundo".



"Blowin´ in the Wind" (del señor Bob Dylan):

"How many roads must a man walk down
before you call him a man.

How many seas must a white dove sail
before she sleeps in the sand.

Yes, 'n' how many times must the cannon balls fly
before they're forever banned.

The answer, my friend, is blowin' in the wind,
the answer is blowin' in the wind.

Yes, 'n' how many years can a mountain exist
before it's washed to the sea.

Yes, 'n' how many years can some people exist
before they're allowed to be free.

Yes, 'n' how many times can a man turn his head
and pretend that he just doesn't see.

The answer, my friend, is blowin' in the wind,
the answer is blowin' in the wind.

Yes, 'n' how many times must a man look up
before he can see the sky.

Yes, 'n' how many ears must one man have
before he can hear people cry.

Yes, 'n' how many deaths will it take till he knows
that too many people have died.

The answer, my friend, is blowin' in the wind,
the answer is blowin' in the wind...".



El viento... ¿Dónde estará? ¿Alguien lo ve? ¿Y la respuesta?...



"...¡Tienden la vista al mar por siempre ignoto
y todos quedan de pavor helados!
No piensa en ese mar ningún piloto
sin sentir los cabellos erizados,
y sin mostrar, mirándole delante,
turbios los ojos, pálido el semblante.
Llora gritando: ¡Adiós! Cuanto más se anda
más del amor se ha de aumentar la queja:
con la distancia la pasión se agranda,
como la sombra cuando el sol se aleja.
Lo que anda el buque, el corazón desanda
hacia el amor volviéndose que deja,
y que en sombras tal vez se le aparece:
¡cuánto el cariño la distancia acrece!
Llega la noche. Una postrer mirada
tienden a Ferro antes que el mar la suma.
¡Aún se ve! -¡No se ve! -Si... -No... -Sí... -¡Nada!
¡Nada más que agua, aire se ven, y espuma!
¡Buen viaje! ¡Adiós! La chusma consternada
ya sólo mira en derredor la bruma,
la sombra, el cielo, el aire, el oleaje...
¡Ya no se ven por fin! ... ¡Adiós! ¡Buen viaje!...".

(fragmento de "Los Pequeños Poemas", de Ramón de Campoamor).


¿No lo veis? ¡Pero qué cosa más bonita de poema!
¡De ésto es de lo que habría que hablar! ¡De ésto! Y no de tanta tontería de políticos mediocres, territorios, banderas, ... ¡Estamos en el siglo XXI y el ser humano debería demostrar que es un ente evolucionado y no un Australopithecus del Pleistoceno!


Juntos siempre seremos más fuertes. Como el álbum de Counterfeit: "Together we´re stronger". ¡Ah! ¡La Música! ¡Si no fuera por la Música...!

En serio, no seáis tontos, que no os quiten la libertad de pensar por vosotros mismos, que no os manipulen, tened un poco de carácter que nunca viene mal, estudiad Filosofía y dedicad vuestra vida a buscar el amor y la belleza. Son las únicas cosas que valen la pena...

Además, puede que así, con suerte, encontremos alguna vez la respuesta en el viento y marche todo un poco mejor...

Hasta luego.

martes, 12 de septiembre de 2017

"Modern Art" y los juegos de mesa

Todos los que me conocen saben que me apasionan los juegos de mesa o también llamados juegos de tablero. Me gusta cómo lo denominan los franceses: jeux de société. Son juegos ideales para disfrutarlos "en sociedad", con la mujer, con la familia, con los amigos y, en general, con todo aquel que quiera pasar un rato agradable y ameno. Creo que es una de las maneras más sanas y baratas de divertirse y, a la vez, estimular la masa gris. Ya sabemos por los antiguos sabios que hay que ejercitar el cuerpo y la mente. Y los juegos de mesa es una muy buena manera de hacerlo.

Que recuerde, desde que tenía siete u ochos años, jugaba al ajedrez con mi padre al menos dos veces al mes (tres cuando era necesaria una revancha, aunque casi siempre me ganaba él) y, me viene a la mente también aquellos veranos en el pueblo de La Cala del Moral de Málaga, donde jugábamos de todo hasta las tantas de la mañana con la familia. ¡Eran verdaderos maratones de resistencia! El parchís, la oca, el remigio, los Juegos Reunidos Geyper (la caja tenía material y reglas para poder jugar a unos cincuenta juegos diferentes), las siete y media, el dominó, las damas, el póker, el Mastermind, el Yahtzee (aunque mi padre lo llamaba de otra forma que ahora no recuerdo...), la ronda, el Monopoly, los Barquitos, el Misterio, el Scrabble, el Rummikub (que es como el remigio pero con piezas de baquelita), el Trivial Pursuit, el Pictionary, el Scattergories, ... En fin, un largo etcétera de juegos clásicos que la gente de mi generación seguro que ha jugado alguna vez.

Y hoy día sigo jugando. Ya se que aún en nuestra cultura española (aunque la cosa va cambiando lentamente) no está asumido por los adultos, como en otros países del centro y norte de Europa. Jugar a juegos de mesa no tiene edad. ¡Hay juegos para todos los gustos y edades! ¡De lo que sea! Siempre pienso que en esos países europeos juegan más en casa porque tienen peor clima, salen menos a disfrutar en la calle y los juegos de mesa es una genial oferta de ocio para ellos. En España, por ejemplo, tenemos una manera "más mediterránea" de reunirnos.

Ahora, el panorama de los juegos de mesa es muchísimo mejor que en los años de cuando yo era niño, con más variedad de oferta (¡hay infinidad de temáticas, niveles de dificultad, temáticas, etc., donde elegir!), más calidad de componentes (en general) y mayor difusión gracias a las nuevas tecnologías. Así es: las nuevas tecnologías que tanto critico tienen sus cosas buenas y sus cosas malas. Como todo.

Actualmente, cuento con una colección de unos ciento ochenta juegos (entre clásicos y modernos; en tablero y/o formato digital). Evidentemente, no tengo tiempo para jugarlos a todos; es imposible. Y ni que decir tiene que nunca me aburro, por supuesto. Más que juegos de mesa, se podría considerar que muchos son un objeto de colección y con los que disfruto muchísimo tan sólo abriendo la caja, aspirar el olor a papel, cartón y plástico, mirar sus componentes o leer uno de sus reglamentos. Creo que hay algo de fetichismo en ello... no sé... ¿Es grave, doctor?

Hoy me he animado a escribir aquí sobre uno de los últimos títulos que he adquirido y con el cual estoy contentísimo, y que es el juego "Modern Art" (1992), del Dr. Reiner Knizia (un diseñador de juegos de mesa alemán que es un genio de las Matemáticas; ¡el hombre lleva ya más de trescientos juegos diseñados y no para!). "Modern Art" es un sencillo juego de subastas (el mejor que conozco) y que también se puede considerar ya un clásico, pues el Dr. Knizia lo creó en 1992; no es tan famoso como los anteriormente citados, y por eso vengo a hacer justicia y a hablaros de él aquí. Además, la empresa Cool Mini Or Not (CMON) ha realizado una magnífica nueva edición en este año 2017, muy recomendable si os gusta el Arte Contemporáneo y las subastas de obras  ;-)


Portada de la nueva edición de "Modern Art" de Knizia, de la mano de CMON.

Contraportada.

Al margen de que el juego debería llamarse "Contemporary Art" en vez de "Modern Art" (ya sabemos que el Arte Moderno abarcaría desde mediados-finales del siglo XIX apróximadamente hasta mediados del siglo XX; mientras que el Arte Contemporáneo es el arte posterior a 1950-1960 hasta nuestros días), como digo, este es un producto realmente muy bien hecho.

El Dr. Reiner Knizia, autor de "Modern Art" (fotografía de Andhegames).

Si tenemos en cuenta que esta edición de CMON es un producto de importación y que sólo me ha costado entorno a los 30 €, viendo la calidad excepcional de sus componentes y el diseño de producción (en general), es sorprendente que sea tan barato teniendo en cuenta los precios que se barajan hoy en el mundillo de los juegos de mesa.

Abriendo la caja de "Modern Art": el libreto de reglas e información sobre los artistas que ilustran el juego.

Insisto y subrayo: no sé si se podrá apreciar bien en mis fotos, pero estoy MUY impresionado con la calidad del mismo dado su precio. Entusiasmado con mi nueva adquisición... ¡Vaya! Ahora estoy hablando como un marchante de arte... será posible...  :-P 

No me quiero extender más de lo necesario (cosa difícil cuando escribo sobre temas que me gustan), pero decir que, por ejemplo, el manual del juego es una maravilla, tanto por su contenido, estructura y lo bien maquetado que está.

Contenido de la caja.

Al abrir la caja, la sensación es muy buena, con un gran grosor de los cartones que no me esperaba para nada y, como digo, una calidad de materiales, en general, sorprendente. Insisto que no es lo habitual hoy día para un juego de tablero de 30 €. 



Bolsitas zip para dar y regalar: ¡siempre vienen genial!

Además, cuenta con varias bolsitas zip de sobra. ¡Ay, qué me gustan estas bolsas para tenerlo todo ordenadito! Son pequeños detalles que se agradecen mucho.

Las cinco pantallas del juego.

El Museo Reina Sofía de Madrid (fotografía de esmadrid.com).

Tate Modern de Londres (fotografía de tate.org.uk).

El Museo Guggenheim de Nueva York (fotografía de guggenheim.org).

El Museo de Arte Moderno de Sao Paulo (fotografía de cavicaplace.blogspot.com.es).


Esta edición está llena de detalles y si te gusta el Arte Contemporáneo vas a darte cuenta de muchos de ellos y los vas a disfrutar. Por ejemplo, al margen de las obras artísticas que aparecen en las cartas, las pantallas que cada jugador tendrá delante para ocultar el dinero que tiene durante la partida, representan a diferentes edificios de museos de Arte Contemporáneo muy notables por su arquitectura, como el Centro Pompidou de París, el Tate Modern de Londres, el Reina Sofía de Madrid, el Museo de Arte Moderno de Sao Paulo y el Museo Guggenheim de Nueva York.

Una de las pantallas que representa al Centro Pompidou de París.

Centro Pompidou de París (fotografía de parisando.com).

Las cartas están magníficamente ilustradas por las interesantes obras de cinco artistas reales de Arte Contemporáneo: Daniel Melim, Manuel Carvalho, Rafael Silveira, Ramon Martins y Sigrid Thaler. En el reglamento del juego hay un apartado llamado "Artbook" donde se habla un poco sobre la vida de cada uno y su obra. Un detalle, para mí, extraordinario y que le añade mucho valor al producto final.

Además, añadir que las cartas son de un gramaje muy bueno, el tamaño es de 120x80 (tamaño "Dixit") y son agradables al tacto. ¿Qué para disfrutar y apreciar mejor una ilustración se necesitarían cartas de tamaño A2 mínimo, A1 ó A0? Pues sí, así es. Los que nos dedicamos a ésto lo sabemos. Pero entonces... ¡no habría mesa para jugar! ¡¡Y a ver quién es el guapo que las baraja!!  ;-)

Detalle de la textura de la superficie de una de las cartas.

Yo las he enfundado con fundas Mayday Magnum 120x80 mm. y van perfectas. Además, caben en la cuna de la caja enfundadas sin ningún problema (¡otro gran detalle a tener en cuenta y que es de agradecer!), como se puede ver en la siguiente fotografía: 

Todo cabe en la caja perfectamente, debajo y encima de la cuna: ¡hasta las cartas enfundadas!

Por cierto, que aquí señalaría el único detalle que no me ha gustado tanto de esta producción: la cuna es blanca, de cartón fino y muy sosa. Ya que lo han hecho todo tan bien, podrían haberle dado el toque maestro final... pero bueno... Tampoco es algo importante. Podría decirse que representa las asépticas paredes blancas de un museo de Arte Contemporáneo  ;-) 

El resto del diseño es una preciosidad. Fijaros en los cuatro laterales de la caja, por ejemplo:





Ver este tipo de producto, con un Diseño Gráfico y unas ilustraciones tan valientes y extravagantes en un mundillo tan estándar y "acartonado" (que dijo un día el gran Chema Pamundi...) como es este de los juegos de mesa, la verdad es que es un gran soplo de aire fresco. Al principio pensé que quizás, durante la primera partida, nos confundiríamos con el tema de diferenciar los colores y los diferentes artistas pero, en nuestro caso, no fue así. Después de varias partidas, nos dimos cuenta de que todo transcurrió de maravilla y sin problema alguno.

Una muestra de cinco cartas de los trabajos de cinco artistas que forman parte de esta edición de "Modern Art": Manuel Carvalha, Ramon Martins, Daniel Melim, Rafael Silveira y Sigrid Thaler.


Sólo me queda aplaudir a CMON por este trabajo tan bien hecho. Con juegos así, apetece sacarlos a mesa y disfrutarlos. Es un juego divertido, tiene su estrategia aunque sin llegar a abrumares estimulante, las partidas duran algo menos de una hora, es de 3 a 5 jugadores (aunque tiene un modo para 2 jugadores que leí en la "Board Game Geek" que  probaré con mi mujer...; ya os contaré...) y una edad recomendada de 14 años o más

Tablero principal

La única dificultad que le veo (al margen de que es una edición de importación y está en inglés, pero no es un juego dependiente del idioma) es que, al principio, tendrás que aprenderte los cinco símbolos que representan a los cinco tipos de subastas diferentes que hay. Podrían haber puesto una especie de recordatorio por detrás de cada pantalla de jugador, aunque quizás no lo hicieron porque rompería la estética del conjunto. Pero vamos, que al cabo de un rato, te acostumbras. La pieza del martillo de cartón es innecesaria, pero le añade gracia y me gusta.

En los juegos se simplifica mucho cualquier temática que tratan (es lógico y normal, claro) y "Modern Art" no es una excepción, sin duda. No obstante, mientras juegas, es curioso pero no es difícil meterte en el papel de un acaudalado marchante de arte que puja por una u otra obra según vaya la partida. Creo que es un juego extremadamente simple y que cumple a la hora de representar el tema del que trata de manera minimalista y certera. Dará que pensar a más de uno...

Un clásico de los juegos de mesa como es "Modern Art" del maestro Reiner Knizia merecía una edición tan buena como esta, sí señor. ¡Y hay que celebrarlo!

¡Saludos, a disfrutar de los buenos juegos de mesa y de todo lo que se pueda!  :-)

miércoles, 30 de agosto de 2017

"MZ" y "A A" más de cerca.


M Z” (2017). Mixing media on canvas, based on Go Nagai´s “Mazinger Z”. RAW photography converted to JPEG. Canon G16 6.1-30.5mm. 1.8-2.8 (ISO 80, F 4.0 1/8).


A A” (2017). Mixing media on canvas, based on Go Nagai´s “Mazinger Z”. RAW photography converted to JPEG. Canon G16 6.1-30.5mm. 1.8-2.8 (ISO 80, F 4.0 1/8).

martes, 22 de agosto de 2017

"M Z" y "A A": dos cuadros sobre mi infancia.


Pues esta fotografía es una imagen de mis dos últimos cuadros terminados: un proyecto personal titulado “M Z” (2017; técnica mixta sobre tela. 90x30x4 cms.), y A A” (2017; técnica mixta sobre tela. 90x30x4 cms. Los dos juntos, con una separación entre uno y otro de 4 cms., sería un total de 90x64x4 cms.).

Están colocados en el recibidor del piso, así que la gente que entra piensa que somos mi mujer y yo. Bueno, bien, ¡¿y por qué no?! Sin embargo, mientras los he pintado, he tenido presente el período de mi infancia en todo momento.




Los modelos

Queramos o no, la televisión forma parte de nuestra cultura popular, al igual que lo son los cómics, el Cine, la música, la literatura, el teatro, la radio... "Spiderman", por ejemplo, es uno de los grandes iconos de la cultura del siglo XX, creado por los maestros Stan Lee y Steve Ditko. Mi lejana infancia la pasé en gran parte leyendo cómics. La televisión nunca me ha gustado tanto, (¡y ahora mucho menos!); sin embargo, curiosamente uno de los recuerdos más poderosos que guardo de mi niñez es la figura de Mazinger Z


Uno de los bocetos a lápiz de Mazinger Z


Otro de los bocetos a lápiz, esta vez de Afrodita A


Al igual que les ocurre a muchos carcamales de mi generación, la serie de animación japonesa para televisión, “Mazinger Z”, basada en el manga japonés “Majinga Z” (1972; el año en el que yo nací), del genial Go Nagai, me marcó para siempre. La serie de televisión fue producida por Toei Animation en Japón (diciembre de 1972) y llegó a España seis años más tarde, siendo todo un éxito y una auténtica revolución para muchos de los que éramos niños allá por 1978. Y, al igual que pasa hoy día, también hubo una avalancha de cromos, muñecos, juegos, camisetas, caretas y demás “merchandising”. Como veis en las fotografías anteriores, tengo mis réplicas en plástico tanto de Mazinger como de Afrodita A en una repisa del salón de casa. ¡Me encantan!


Imagen vectorial a partir de uno de mis bocetos de Mazinger


Ese “recuerdo poderoso del que hablaba antes consiste en verme a mí mismo como al personaje de Shin-Chan del malogrado Yoshito Usui (que en paz descanse), a las tres y media de la tarde, después del aburrido y mortífero Telediario que tanto gusta a las personas mayores, sentado con los ojos muy abiertos delante del Telefunken (un televisor-trasto del año la pera), sintonizado en emisión VHF (porque por aquel entonces ya teníamos dos canales en España: el VHF y el UHF; tecnología punta, vamos…), y en aquella pantalla gris cóncava surgía la magia, aparecía una misteriosa piscina (no recuerdo bien si lo veía en color o en blanco y negro, aunque apostaría que era esta última la respuesta correcta…) y una voz, la de la gran actriz de doblaje, Julia Gallego (la voz de Koji Kabuto, el protagonista humano de la serie), una voz con mucha reverberación que gritaba – “¡Mazinger!”

Y, de repente, mis ojos se abrían más (como dice Jep Gambardella en “La Gran Belleza”, esa Obra Maestra del Cine de Paolo Sorrentino: - “… Yo estaba destinado a la sensibilidad…”). Es decir, confieso que siempre he sido una persona impresionable, emocional desde niño, y ver el agua de la piscina abrirse como en “Los Diez Mandamientos” era un espectáculo impresionante y, de pronto…, ¡sorpresa! Un monstruoso robot metálico aparecía con los ojos apagados, amenazante, que no sabías si era bueno o malo, como una imponente estatua griega de metal, un monolito invulnerable e  inerte, de diseño enigmático, que surgía de la nada. ¡Para mí, en aquel entonces, era algo mágico! Se erigía el Mazinger Z. "Ma" (que significa "demonio"), "Jin" (que significa "dios") y "Ger" (que significa "energía"). ¡Qué personajes, con esa mezcla de arqueología de la Antigua Grecia y la siempre atractiva cultura japonesa, tan bien diseñados! Go Nagai es un genio.


El gran Go Nagai con su creación más ilustre, el "Mazinger Z"

Y después venía el grito de – “¡Planeador abajo!. Y el planeador pilotado por Koji Kabuto bajaba, aparcando en el mismísimo cráneo del robot, al cual se le iluminaban los ojos y daba aún más miedo. Aunque más grima daba la música hortera de discoteca de los años 70 que sonaba a continuación, con un cantante estilo Raphael que ponía los pelos de punta. Algo horroroso, vamos. Pero en aquella época y con mi edad, todo estaba bien, todo era perfecto, todo tenía una fuerza extraordinaria. Más cuando veías que, a continuación, el colosal robot destruía en un santiamén a otro par de robots más terroríficos si cabe, los cuales estaban destruyendo casas y pisos de personas inocentes. Eso ya era otra cosa: era tranquilizador comprobar que el monstruo se había transformado en héroe y Koji Kabuto nos sonreía desde su planeador con las gafas de sol puestas. 

Desde mi modesto punto de vista, sin duda es uno de los mejores inicios de capítulo de serie de TV jamás creados, que permanece en mi memoria en el top de mi “ranking” junto con los comienzos de capítulo de “Los Simpsons”, “Twin Peaks”, “Breaking Bad” y “True Detective” con esa canción preciosa de The Handsome Family (¡eso sí que es música y no el vocinglero rompetímpanos de Raphael, que sólo es posible soportar cuando estás muy borracho, muy sordo, muy loco o todo a la vez!... Bueno, bueno… Calma... Que me desvío del tema…).


Mi imagen vectorial de Afrodita A


Hoy día tengo la serie de animación completa (los 92 episodios, los cuales no se emitieron en su totalidad en España, imagino que por la censura, no lo se…) y, ocasionalmente, me he animado a ver algún capítulo. ¡Aggh! ¡Es algo insoportable! Una pena. Confieso que sólo pude tragarme del tirón el episodio número 1 (los otros ya, con esta mentalidad de adulto que tengo, me resultan bastante irrisorios, sobre todo por culpa de un guión ridículo). El primer episodio aún conserva algo de fuerza y fascinación: es decir, cuando el profesor Kabuto muestra a su nieto Koji el Mazinger Z y éste comienza a dar sus primeros pasos es divertido. Es un momento lleno de humor y tiene cierto suspense, ya que ver un arma tan poderosa como el Mazinger Z en manos de un novato tenía su morbo. 


Una de las numerosas capas de los lienzos: gesso y pastel

Hablando de morbo: la serie de televisión tenía claros mensajes subliminales, y a veces, bastante directos, relativos al sexo. Por ejemplo, cuando Sayaka Yumi (la muchacha que pilotaba a Afrodita A) gritaba: - “¡Fuego de pecho!” y las dos tetas de Afrodita A volaban por el aire cual misiles explosivos para destruir a los malos… Ufff... Espectacular... Sí, sí… exacto… Nunca gritó Sayaka: - “¡Pechos fuera!”. Era Koji Kabuto quien gritaba: - “¡Puños fuera!”; porque el Mazinger podía lanzar sus puños como misiles… De ahí la confusión tan extendida… En fin... Una anécdota de tantas. Y, bueno, hay más, muchísimas más alusiones al sexo: no es difícil hallarlas a poco que nos esforcemos a analizar la obra de Go Nagai.

Además, la serie era bastante violenta si tenemos en cuenta las otras series de TV para todos los públicos que los niños consumíamos por aquel entonces: “Heidi”, “Marco”, “El Bosque de Tallac”… Todo era pura inocencia hasta que apareció este terrible robot de Super Aleación Z y derribó nuestro candor de golpe y porrazo.

Todo políticamente incorrecto. Como debe ser. Al menos en Arte, donde ningún tipo de censura tiene cabida. Ya sé, ya sé: para mucha gente es harto difícil comprender esto en estos tiempos homogéneos que corren. Decir al respecto que Einstein se quedó corto con su frase. El Universo no es tan grande, estoy seguro. Tanto no.


"A A" (detalle)

En el año 2004, Rocío, mi mujer, me regaló la colección completa de tomos del cómic completo de Go Nagai editada originalmente en Japón en 1972 y 1973, y editada en España en 2001 por Selecta Visión y Dynamic Iberia y… ¡vaya! ¡Qué sorpresa! Comprobé que el manga original era muchísimo más violento y explícito que la serie de televisión. Es de risa: si en 1978 ya hubo padres que protestaron por la serie, no quiero ni pensar en su reacción si hubieran leído el cómic… ¡Envío urgente de la Inquisición a Japón!

El recuerdo que yo tengo como niño al disfrutar de esta serie de TV es lejano y brumoso, de ahí la decisión formal de crear un fondo de pintura brumoso, pétreo, indeterminado, que rodea y cierra a los personajes, al estilo de Egon Schiele, uno de mis pintores favoritos de todos los tiempos y al que tuve la suerte de estudiar a fondo en mi carrera de Bellas Artes

En el fondo de la tela de Mazinger Z predomina el color azulMazinger surgía del agua de una piscina. El azul del agua, el azul del mar. El azul de los óxidos de cobre.


"M Z" (detalle)

En el fondo del lienzo de Afrodita A predomina el color rojo. En la mitología griega, Afrodita es la diosa del amor; representa el sexo, la lujuria, la belleza, el deseo sexualEl rojo de los óxidos de hierro. Como veis, la Geología siempre está presente en mi obra.

¿Por qué aparecen en una esquina del cuadro de "A A" los monstruos mecánicos del Dr Infierno – Doublas M2 y Garada K7? Bueno, digamos que son una representación de la maldad en el mundo. En definitiva, de todas las cosas que detesto. Aquí he utilizado un recurso de composición para presentar una simplificación bajo mi punto de vista de el ying y el yang. Las cosas que me gustan, las "cosas buenas" luchando contra las "cosas malas".

"Cosas buenas": La amplitud de miras, viajar, conocer, el buen sentido del humor, el sexo, la Música (¡la reina de las Bellas Artes!), la buena educación, el respeto a los demás, la Naturaleza con su humildad, su grandeza y su harmonía, la verdad, la sinceridad, la moderación, la sabiduría a la hora de valorar las cosas pequeñas, la Ciencia, las artes... Ese sería el "ying". 

Pero no existe el bien sin el mal. Las "cosas malas" que más detesto: el fanatismo, el radicalismo, la pusilanimidad, las anteojeras que muchos llevan puestas siempre, el ruido disfrazado de música, la contaminación que tantos problemas provoca en el sistema inmunitario de las personas, la grotesca fanfarronería, la mentira de los políticos y líderes religiosos, el partidismo y sus intereses ocultos, la corrupción, la injusticia, la falta de escrúpulos de nuestros dirigentes, que demuestran su brutalidad y falta de inteligencia con sus actos, pretendiendo manipular a las mentes débiles, manteniendo la falsedad de unas ideas a toda costa o una imposición de una religión de fantasía, sea la que sea, por encima de la realidad y defendiendo la mentira, por supuesto, que debe imperar sobre todas las cosas de manera insana y autodestructiva mientras produzca poder sobre el débil y dinero, mucho dinero, que es lo único que importa... Bueno, pues todo esas cosas malas están representadas por esas pequeñas y oscuras figuras giradas en una esquina, que son los monstruos mecánicos Doublas M2 y Garada K7, que serían el "yang".

Con cierta tristeza, compruebo en la actualidad que la maldad del Dr. Infierno, Barón Ashler, Conde Brocken & cía me parece infantil y muy naif teniendo en cuenta la realidad que conocemos en periódicos y telediarios, con tantos monarcas y presidentes de gobierno hipócritas, asesinos, psicópatas en el poder que hay, por ejemplo, en EE. UU., Rusia, Corea del Norte, Venezuela, Cuba, Arabia Saudí, Qatar, China, etc. Maldad infinita sin escrúpulos. En fin… La realidad siempre supera a la ficción. 

- “La maldad, el terror, Koji puede controlar…”, decía la letra de la canción del inicio de la serie. En esa esquina del cuadro están Doublas M2 y Garada K7 representando el Mal. Y ahí están, en pequeñito, girados noventa grados. No tienen importancia y serán vencidos. "Los malos" son seres insignificantes y miserables que no merecen ningún respeto. Y perderán. Eso espero. En los capítulos de “Mazinger Z” siempre ganaban "los buenos". Qué buena serie para evadirse. ¿Sucederá lo mismo en el mundo real? Ojalá.

El Amor siempre saldrá victorioso. Es otro de los mensajes que he querido dar con estos dos cuadros tan personales. Es de las poquitas cosas que valen la pena en este mundo tan marchito y tan loco con tanto Internet, tanto foro, tanto FaceBook y tanto Twitter. El Amor, ahí, con mayúsculas, es lo más importante. Bueno,  eso y una cervecita fresquita cuando se tiene sed (que dirían algunas personas sanotas a las que conozco y quiero). Personalmente, me siento muy afortunado en este sentido, no me puedo quejar en absoluto y creo que se está reflejando en mis últimas obras, sobre todo a la hora de utilizar el color, por ejemplo. Nunca he sido de usar muchos colores y, sin embargo, ahora echo mano de ellos de manera natural y espontánea. Y, lo dicho, afortunadamente, ahí está mi Afrodita, diosa del Amor que todo lo puede, incluso vencer a todos los “demonios” por  poderosos y cabritos que sean. El Amor puede con todo. Por eso decidí mostrar “esos demonios” de alguna manera en el lienzo donde está ubicada Afrodita A. El bien triunfando sobre el mal. El ying y el yang.

"A A" (detalle)

Como en todas mis obras, siempre hay alusiones directas e indirectas a mi vida personal pero la intimidad es algo que valoro mucho y, aunque ya sé que no se estila en estos tiempos de Internet y su exhibicionismo narcisista infantiloide de redes sociales y demás, a este respecto me reservo mis anotaciones en este blog y no voy a escribir nada. ¡Además, creo que ya he escrito demasiado! De todas formas, no hay nada especial a destacar que no sea los temas comunes que angustian a cualquier ser humano de a pie. El amor, la familia, la vida, la muerte, la enfermedad, la salud, la Madre Naturaleza, los recuerdos… En fin… Que no se preocupe nadie, que va sobre lo típico…


"M Z" (detalle)

Vamos con la técnica pictórica. La técnica utilizada es la habitual y con la que más disfruto: añadir capa sobre capa dejando pasar el tiempo ("la técnica geológica" de pintura, como yo la llamo…), echándole horas, paciencia, acrílicos, lápiz, acuarela, óleo, pastel, barnices, pigmentos naturales, sal gorda marina, arena, gesso, gouache, collage con papeles varios, imagen vectorial y látex

Algo que he hecho esta vez que es diferente es que cuando utilizo la sal sobre aguada con acuarelas y/o pigmentos naturales, después de haber dejado pasar unos días de secado, la retiro con la mano o un pincel suave. Sin embargo, esta vez decidí no hacerlo, cubriendo los cristales de sal con barniz. No sé exactamente qué va a ocurrir; es decir, si la sal terminará por evaporarse o no. Quizás el barniz protegerá los granos de la humedad. No lo sé y esa incertidumbre me gusta mucho. Veremos a ver qué pasa con estos robots y si el tiempo terminará por oxidarlos finalmente.


Detalle de la superficie de uno de los lienzos

Como siempre digo, una de las cosas que más me gusta en la pintura son los accidentes naturales (algo así como ocurre en Geología), disfruto mucho con la sensación de que no lo controlo todo a la hora de crear estas "pinturas fósiles", "pinturas minerales"; el dejar pasar los días para que una capa seque y, al regresar al estudio, sorprenderme con las manchas creadas, la cristalización, las texturas, las grietas que dejan ver lo que hay debajo y los desvíos, atajos y vericuetos tomados en la evolución del proceso creativo. Es muy estimulante que surjan problemas e ir resolviéndolos sobre la marcha. Como decía Bruce Lee (según el principio del Tao): "be water, my friend". Y eso es lo que procuro constantemente a la hora de enfrentarme a una pintura: ser lo más natural posible. Sobre todo, en el resultado final.

En definitiva, estos dos cuadros son fósiles de fastasmas (así, “fastasmas”, como a mí me gusta; que “fantasma” me cuesta trabajo y no me suena tan bien…), son excavaciones en el recuerdo efímero y, en el centro del lienzo, sólo ha quedado un dibujo desenterrado y deslavazado, con colores muy tenues. Por ejemplo, si se observan estas pinturas con poca iluminación, sólo se pueden intuir vagamente las siluetas blancas de las dos figuras principales. Son antiguas, han sufrido sus oxidaciones, sus lavados, sus destrozos físicos, sus cambios emocionales, sus mutaciones. Una decisión formal que tomé desde el principio, por ejemplo, es darle a las figuras de los dos robots una forma alargada, respetando las dimensiones de los lienzos, para conseguir un toque más espiritual y nostálgico: lógicamente, no estoy inventado nada con ésto; todos sabemos que El Greco ya lo inventó en el siglo XVI con el desarrollo de su estilo tan característico


En el proceso de creación de los "fastasmas"

El tiempo es siempre uno de los elementos que utilizo en todas mis pinturasY eso es lo que he pretendido hacer con éstas, mis versiones de los famosos robots del gran Go Nagai. Es también una obra muy personal, en una línea Pop-Art, en homenaje y agradecimiento a la creación del mencionado artista japonés. Y es un reflejo de cómo veo ahora a estos personajes, criaturas de un tiempo pasado y lo que representan: la nostalgia, un inútil intento por regresar a la infancia perdida que ya no volverá, el triunfo del bien sobre el mal, y del amor sobre todas las cosas. Son unas pinturas de unos simples robots, claro que sí, y lo más sensato hubiera sido no explayarme tanto aquí por tal menudencia, pero me he dejado llevar y, al fin y al cabo, el significado de los símbolos tiene un valor u otro dependiendo de los ojos que tratan de descifrarlos. 

Es de las cosas más bonitas del arte: la subjetividad de la mirada, porque todos como observadores somos importantes, seamos o no versados en la materia.

Bueno, espero que os gusten estas pinturas.

¡Saludos!