La mala reputación de Bankinter, Bizum y tres preguntas directas hacia ellos

A continuación, os muestro una magnífica serie de viñetas del gran dibujante granadino José Luis Prats, alias "Ozeluí", perteneciente al libro "En Humor y Compaña" (1989), de Talleres de Ediciones Anel (página 62), en la que se describe visual y perfectamente a los miembros del Consejo de Administración de un banco: 

Extraordinaria tira sobre los dirigentes de bancos del gran José Luis Prats, "Ozeluí"

Por desgracia, es un ejemplo bastante ilustrativo del sentir que tenemos toda la gente de a pie sobre la banca española y sus directivos, y puede ser aplicable a cualquier banco.

A cualquier banco.

Podría ser Bankinter, por ejemplo, dado lo mal que nos están tratando a mi mujer y a mí como clientes suyos que somos.

TRES PREGUNTAS DIRECTAS AL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DE BANKINTER

Así que, desde este humilde "blog", he hecho pública la funesta experiencia que mi mujer, Rocío Belén Lanzas Zambrana, y yo, José Carlos García Bueno, hemos tenido con Bankinter a raíz de un problema de seguridad informática en su aplicación para móviles con Bizum atribuible a dicho banco (y no a nosotros), con el fin de que esta incidencia no le ocurra a nadie más (o, al menos, que le pase al menor número de personas posibles).

Así que tres cuestiones, tres preguntas directas de nosotros, clientes de Bankinter, hacia el Director General de Bankinter (que se esconde y no quiere hablar con mi mujer, utilizando de parapeto a los empleados de la Avenida de Andalucía, 21. 29002 Málaga y a un tal Eloy Antonio López Hernández, de Servicio de Atención al Cliente de Bankinter, C/ Pico de San Pedro, 1. 28760 Tres Cantos -Madrid-) y hacia su Consejo de Administración:

1) ¿Qué diferencia hay entre Bankinter y otras entidades bancarias dentro del panorama de la banca española? ¿En qué se diferencian de los demás bancos de cara al trato de sus clientes?

2) ¿Deben los clientes de Bankinter pagar y ser víctimas del correspondiente robo de su dinero (como ha sido nuestro caso) debido a un fallo de seguridad de la aplicación de Bankinter junto con Bizum, fallo que aprovechó un estafador para robarnos a nosotros, clientes de Bankinter? ¿Por qué?

Si ya Bankinter nos ha devuelto (de manera extraña, sin preaviso y por sorpresa) el 45% del importe robado (900 € justos y redondos; novecientos euros), significa que Bankinter acepta que es legítima la devolución del dinero robado, ¿verdad? 

Entonces, ¿por qué ahora se niega Bankinter a devolvernos el 55% restante; es decir, los 1.099,60 € -mil noventa y nueve euros con sesenta céntimos de euro- que nos faltan? O, al menos, siendo justos, los 999,60 € (novecientos noventa y nueve euros con sesenta céntimos de euro) que sería exactamente lo correcto, ya que mi mujer fue la responsable de aceptar la primera operación con el estafador de los primeros 100 € (cien euros), pero ella no es responsable de las posteriores réplicas que el delincuente llevó a cabo aprovechando dicho fallo de seguridad en la aplicación de Bankinter y Bizum. 

3) La Policía Nacional es la que nos informó de que se trata de un fallo de seguridad en la aplicación de Bankinter para móviles y Bizum. Ahora Bankinter, incomprensiblemente, se niega a devolvernos el resto de nuestro dinero robado que nos corresponde legítimamente, porque alega que no se trata de ningún fallo de seguridad digital online por su parte. 

Entonces, ¿a quién creemos? ¿En quién confiamos? ¿En la Policía Nacional o en un banco?

Dada la mala reputación ganada a pulso y con merecimiento de los bancos hoy día (véase de nuevo la gran serie de viñetas anteriores de "Ozeluí"), creo que nosotros lo tenemos claro. 

Después de las dos cartas ridículas (porque no aplican a nuestro caso en absoluto), con Número de Referencia 2054060 y 2054753, respectivamente, de don Eloy Antonio López Hernández, de Servicio de Atención al Cliente de Bankinter (C/ Picos de San Pedro, 1. 28760 Tres Cantos, Madrid), las cuales, como digo, sendas cartas parecieran más bien un intento de mofa hacia nosotros, porque son un sin sentido y no aplican los artículos legales citados a nuestro desagradable incidente en absoluto, estamos seriamente preocupados, pues nuestra confianza a Bankinter se ha rebajado hasta cero.

¡Por favor, señores y señoras de Bankinter, déjense de historias, no nos mareen más, no estiren más este desagradable chicle, y reembolsen en nuestra cuenta con ustedes el 55% de nuestro importe robado o, en su defecto, los novecientos noventa y nueve euros y sesenta céntimos de euros que nos corresponden! 

¡Son nuestros y, como clientes de Bankinter, no estamos obligados a pagar por los errores de Bankinter! 

Rectificar es de sabios y, en este caso, también sería un acto de honestidad por parte de Bankinter. 

Saben lo que es eso, ¿verdad? ¿La honestidad?

¡Saludos a todos y muchas gracias por leerme!

P.D. (2 de noviembre de 2022): dos meses han transcurrido y Bankinter aún no ha respondido; es decir, no nos han devuelto el 55% de nuestro dinero robado debido a fallo de seguridad de dicho banco. Increíble pero cierto.

P.D. (11 de noviembre de 2022): nada, seguimos igual, esperando la devolución del 55% del importe robado de nuestra cuenta por culpa de un fallo de seguridad de Bankinter, el banco indolente que hace gala de su desidia hacia sus clientes. Seguiré informando si hay algún cambio (a mejor o a peor).

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Maravilloso libro: «El Crepúsculo del Mundo», de Werner Herzog

Pues acabo de tener la suerte de leer el último libro (que yo sepa) del grandioso cineasta alemán Werner Herzog titulado «El Crepúsculo del Mundo» y, al igual que me ocurre con la gran mayoría de sus películas, la he disfrutado muchísimo y desde aquí es una novela que recomiendo a todos. Eso sí, estoy un poco triste porque... ¡ay, qué lástima que se me haya acabado! ¿No os pasa que os gustaría que un libro durara para siempre? En fin... Se me ha hecho muy corto. ¡Snifff...!

«El Crepúsculo del Mundo», de Werner Herzog

Es el fascinante relato del soldado japonés Hiro Onoda, que luchó en la Segunda Guerra Mundial, y la curiosidad de su historia reside en que no se rindió hasta el año 1974, porque él fue destinado a la Isla de Lubang (Filipinas), y allí quedó en una especie de aislamiento en la selva, donde tuvo que sobrevivir durante años y años, siempre preparado por si acaso los soldados norteamericanos atacaban. En fin, no voy a contar más. Tenéis que leerlo porque es una auténtica delicia. Una obra bellísima en todos los sentidos, de esas que despiertan un amor incondicional por la literatura de aventuras y la fascinación por un personaje que existió realmente aunque parezca increíble. 

Por ejemplo, algo similar me ocurrió con el conquistador Lope de Aguirre cuando vi por primera vez su obra maestra del cine, «Aguirre, la Cólera de Dios» (1972) y, a partir de ahí, comencé a leer libros de Historia sobre dicho personaje y, por supuesto, la gran novela de Ramón J. Sender, «La Aventura Equinoccial de Lope de Aguirre», la cual también recomiendo porque es una maravilla.

¡Ojo! Que Onoda está escondido en la portada

Antes de terminar y que se me olvide, felicitar a la editorial Blackie Books por su trabajo: ¡es fantástico! Me encanta esta edición, el formato y tamaño de las tipografías, los márgenes de sus páginas (mi cansada vista agradece todos estos detalles un montón) y, sobre todo, mención especial para la cubierta, tanto la ilustración de Julio Fuentes como el diseño de producción de Setanta . Es una preciosidad, se nota que está elaborada con muchísimo mimo y la idea de todo el conjunto me parece una genialidad, una de las mejores cubiertas de libros que haya yo visto en los últimos tiempos, ¡porque Onoda se esconde en la selva filipina, sí, pero también se esconde en la portada del libro!  :-D 

La poesía de la narrativa de Herzog está presente

Y, por último, destacar sobre todo que la poesía narrativa a la que nos tiene acostumbrados el gran Werner Herzog en sus films también está presente en su escritura: es decir, la fascinación que logra transmitir por este "loco", por el hombre capaz de retar a la Naturaleza y sobrevivir (o no) a ella, el hombre convencido de sus ideas insanas y llevándola hasta el final, afrontando todas las consecuencias, pagando el precio que haya que pagar. Es la obsesión de "la conquista de lo inútil", como aquel título de otro libro de Herzog del año 2004 (¡y qué aún no he leído! Pero eso lo voy a arreglar pronto...). ¿Y qué sería de la vida sin ese intento por conseguir lo inútil? Sería muy aburrida. Un personaje este Hiro Onoda, en definitiva, muy típico del bueno de Werner. Y no podía faltar esa Naturaleza que tan maravillosamente bien sabe describir siempre, ya sea con imágenes o con palabras, porque se le nota que la ama de verdad, porque es un gran observador de ella.

«Las nubes se abrieron por un momento y dejaron pasar una tímida luz. Ni un terremoto ni un trueno. Solo silencio.»

La vesánica índole de la naturaleza del hombre diminuto en el escenario de la grandiosidad de la misteriosa selva. Otro David contra Goliat de Werner Herzog.

Estoy muy entusiasmado con la lectura de esta novela y me parece imprescindible para todos aquellos a los que os guste los libros de aventuras. Porque este libro es algo más que eso.

¡Saludos a todos y muchas gracias por leerme! 

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