jueves, 20 de abril de 2017

"De Tripas y Corazón": un cómic de Pozla (Rémi Zaarour).

Mi mujer, Rocío, me ha regalado recientemente un extraordinario cómic titulado "De Tripas y Corazón" (es del año 2015, pero la editorial Dibbuks lo ha editado aquí en marzo de 2017. Su título original es "Carnet de santé foireuse"), de un autor hasta ahora desconocido para mí llamado Pozla (al parecer es el pseudónimo artístico del dibujante franco-libanés Rémi Zaarour) y ni que decir tiene que esta obra me ha sorprendido y emocionado inmensamente. ¡Muchas gracias por el regalo, tesoro!  ;-)



Portada del cómic.


Contraportada.


Parte interna de la portada: compruebo que Pozla es diez años más joven que yo.

En la página oficial de la editorial (http://www.dibbuks.es/es/blog/premio-especial-del-jurado-del-festival-de-angoul%C3%AAme-para-pozla ) se señala que "Pozla tiene la enfermedad de Crohn y, después de años y años sin conseguir expresarse sobre su dolencia, entrega un libro lleno de humor y sin tabúes a la vez que un testimonio de sus momentos más difíciles pasados en el hospital, en familia o en el trabajo, dejando sus emociones guiar su plumilla...".

NOTA: por si alguien no lo sabe, la enfermedad de Crohn es una E.I.I. (Enfermedad Inflamatoria Intestinal) de causas desconocidas (hay muchas teorías, eso sí: que si la gran contaminación de las ciudades, el estrés, etcétera...; pero, que yo sepa, ninguna probada aún...), que ahora mismo no tiene cura, que no es contagiosa (¡tranquilos!), que se debe a una reacción anómala del sistema inmunitario, que evoluciona por períodos de brotes y remisiones y, en definitiva, que es jodida de cojones (con perdón), sobre todo cuando sufres un brote, porque es extremadamente doloroso y muy incapacitante (tanto física como psicológicamente).


Sensación de abatimiento, muy típica de esta enfermedad.

Este cómic es magnífico y me identifico con el protagonista al ciento por ciento, ya que mi primera operación quirúrgica (llevo ya dos) en el año 2007 fue un desastre, con una laparoscopia que desembocó en una peritonitis que hubo que arreglar de aquella manera, seguida de una neumonía que casi me envía al otro barrio. El autor fue un cirujano de cuyo nombre no quiero acordarme (haré como Pozla: lo llamaré Dr. JL). 

Mi historia clínica y personal es casi idéntica a la de Pozla e imagino que muy similar al resto de "agraciados" de esta singular enfermedad con nombre del dios de Conan (no se escribe igual, ya lo se, pero el sonido es el mismo). Yo mismo, hace unos años, planifiqué un cómic autobiográfico similar a este (tengo algunos bocetos por ahí guardados que no me atrevo a enseñar a nadie...), fue una necesidad de contar mis peripecias más que otra cosa pero, finalmente, no lo conseguí. Me pareció algo imposible de lograr. A los que sufrimos esta enfermedad nos cuesta las cosas un huevo y parte de otro (con perdón), tareas fáciles y sin complicaciones muchas veces nos resultan inalcanzables (sobre todo cuando sufres un brote). Así que desde este humilde blog sólo puedo darle las gracias y la enhorabuena a Pozla (Rémi Zaarour) por esta maravilla del Noveno Arte, por haber conseguido reunir el valor y las fuerzas necesarias, por haber conseguido culminar con éxito "su montaña Everest" y compartirlo con todos nosotros:


Admiro a Pozla porque ha conseguido acabar una obra artística redonda y magistral sobre un tema harto difícil.

¡Ojalá hubiera existido este cómic allá por el año 1989! ¡Ojalá los médicos me hubieran detectado la enfermedad a tiempo y haberla tratado antes! Pero, por desgracia, no fue así. Porque el Crohn ha sido y es una enorme montaña escarpada de nueve mil metros de altura que he tenido que subir y bajar para conseguir muchas cosas (y otras muchas que no pude por su culpa...). Dos operaciones quirúrgicas llevo ya; sesenta centímetros menos de intestino delgado; los ánimos como una montaña rusa... Afortunadamente, hoy día sigo un tratamiento y parece que funciona, ya que lo mejor es que no tengo ese dolor que te dobla por la mitad y esos espantosos ruidos de ultratumba... Y, sobre todo, gracias a la ayuda y apoyo de la gente maravillosa que me rodea: mi mujer, Rocío, mis padres, mi hermana Vicky, demás familiares y amigos y, especialmente, al magistral cirujano Dr. César Ramírez Plaza (un fenómeno y un auténtico artista del bisturí: fue él quien me operó la segunda vez, en el año 2015, y todo salió como la seda) y al magnífico especialista en la materia del Hospital de Carlos Haya, Dr. Raúl Olmedo, el cual me está haciendo un seguimiento del tratamiento médico que sigo y está funcionando fenomenal. Así que estoy muy tranquilo porque se que estoy en muy buenas manos: son dos grandes profesionales de la Medicina y, lo que es más importante, muy buenas personas, cercanos y muy accesibles.


Uno de los síntomas físicos más terroríficos, explicado perfectamente por Pozla.

En fin, que hay muchas cosas que cuesta un mundo asumir y llevar hacia adelante. Lo dicho: es una montaña enorme, inmensa. Todos luchamos en la vida por pasarla lo más dignamente posible y hay obstáculos que la dificultan muchísimo más. Ahora mismo, mi "alien" (señalar como curiosidad que el guionista de la película "Alien, el Octavo Pasajero", el brillante escritor Dan O´Bannon, también sufría la enfermedad de Crohn...) me está dando una tregua. Pero uno muchas veces tiene la sensación de vivir constantemente con una guillotina sobre el cuello; ahí, siempre a punto de caer... otra vez... otra vez...

La sensación del tremendo dolor y molestias que provoca "el alien".

Bueno, ¡ya basta hablar de mí! Vamos a lo que vamos: en cuanto a la parte técnica de este cómic... pues no voy a entrar ahí porque este estilo me encanta. Los que me conocen saben de sobra que me inclino más hacia el lado de la línea clara franco-belga, que envidio el éxito que tienen este tipo de autores en muchas partes de Europa (en Francia, sobre todo), esos autores del estilo de la Bande Dessinée y que soy un fan incondicional de gente como Christophe Blain, Lewis Trondheim, Joan Sfaar, etcétera. Así que este estilo expresionista y desenfadado que usa Rémi Zaarour me entusiasma y, a partir de ahora, seguiré con atención todas sus creaciones, por supuesto.

La llamada "deriva de los médicos". A mí me la diagnosticaron muchísimo más tarde, ya que su diagnóstico es algo muy complicado. Después de cientos de pruebas médicas y tratamientos, me la detectaron en el 2007 (después de 18 años...; ¡menos mal que estoy fuerte, que sino...!).


Lo dicho y lo repito: muchas gracias, Pozla, muchas gracias, de todo corazón, por tu cómic. Una obra honesta, inplacable y valiente, llena de poesía y humor, que he leído con una sonrisa en su mayor parte y con una lágrimita en otras

Y enhorabuena por ese Premio Especial del Jurado en el Festival de Angoulême 2016. Un premio totalmente merecido, sin duda.


Merci beaucoup, Rémi !!  :-)