domingo, 20 de septiembre de 2015

Sobre el visionario George Orwell, "1984" y las redes sociales...

Es curioso, ¡y escalofriante!, leer ciertas obras de escritores como Julio Verne o George OrwellGozaban de una imaginación científica casi sobrenatural. Bueno... lo del viaje del ser humano a la Luna aún está por ver (todos sabemos la competición descerebrada que fue La Guerra Fría), pero no deja de ser sorprendente los libros de estos... ¿adivinos? ¿Visionarios?



En cuanto a Orwell y su libro, "1984", sólo espero no caer nunca de lleno en esas "redes sociales que TODO lo ven" y utilizar estas herramientas de manera correcta, conservar mi vida privada como un divino tesoro.

Es decir, lucharé por no caer en la enfermedad llamada "TECNOESTRÉS" (y/o "TECNOANSIEDAD") y sus efectos psicosociales negativos debido al uso incorrecto de las nuevas tecnologías.

Por cierto, y como curiosidad, el término "tecnoestrés" fue acuñado por primera vez por el psiquiatra norteamericano Craig Brod precisamente en el año 1984, en su libro "Technostress: The Human Cost of the Computer Revolution". Lo definía como: 

"una enfermedad de adaptación causada por la falta de habilidad para tratar con las nuevas tecnologías del ordenador de manera saludable". 

Hacía referencia a los problemas de adaptación a las nuevas herramientas y sistemas tecnológicos. Además, se entiende el tecnoestrés como "una enfermedad" y lo más relevante: causada por una falta de habilidad o incompetencia de los usuarios.

También hay otras definiciones de la enfermedad como "cualquier impacto negativo en las actitudes, los pensamientos, los comportamientos o la fisiología causado directa o indirectamente por la tecnología"

O también como "un estado psicológico negativo relacionado con el uso de las nuevas tecnologías o amenaza de su uso en un futuro. Ese estado viene condicionado por la percepción de un desajuste entre las demandas y los recursos relacionados con el uso de las nuevas tecnologías digitales que lleva a un alto nivel de activación psicofisiológica no placentera y al desarrollo de actitudes negativas".

En definitiva, es una enfermedad que se debe, principalmente, al creciente estrés que produce la invasión en la vida diaria de la tecnología digital perenne, en convertir FaceBook, Twitter y demás plataformas como si se trataran de Diarios personales en el que todo, ABSOLUTAMENTE TODO, tiene que quedar reflejado, mostrando sin ningún pudor la privacidad de las personas al estilo de un "Gran Hermano" (o "Gran Marrano", como yo le llamo) de televisión, a través de teléfonos móviles, e-mails, PDAs, iPads, etc., etc., etc.; y a muchos desconocidos que les importa un pimiento si estás desayunando huevos con jamón y tostadas con aceite de oliva, si estás viajando aquí o allá, o si un día determinado estás estreñido.

Y, lo que es peor, es una enfermedad que produce efectos negativos como estrés, ansiedad, desajustes en síntomas afectivos y problemas psicofisiologícos varios que pueden afectar al organismo. El llevar el móvil siempre encima (la necesidad impuesta por el "Gran Hermano" que nos vigila) nos conduce a una obsesión que no nos conduce a nada sano.

No obstante, defiendo que las redes sociales son una herramienta que, BIEN UTILIZADA, no tiene por qué ser perjudicial, por supuesto. Al contrario, hay muchas cosas positivas que son posibles gracias a ellas. No todo es mediocridad, exhibicionismo y cotilleo. Pero se requieren usuarios con cierta formación, con un espíritu crítico sólido y, sobre todo, sentido común.

Es decir, el ser humano necesita imperiosamente REFLEXIONAR primero antes de guiarse por impulsos como una ameba sin ni siquiera leer antes, ni pensar y lanzarse a juzgar sin discutir, sin meditar y sin razonar las cosas antes de tomar una acción u otra.

En fin... acabo ya... Lo que está claro es que los psicológos, psiquiatras y sociólogos tienen muchííííísimo trabajo para rato... ;-)

¡Saludos!
JC

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