martes, 9 de enero de 2018

David Lynch y el nuevo "Twin Peaks": el material de los sueños

“We are like the dreamer who dreams and then lives inside the dream... But... who is the dreamer?”



Soy un admirador incondicional del gran David Lynch, un artista que sabe perfectamente de qué está hecho el material de los sueños (¡y las pesadillas!): un director de Cine con una imaginación desbordante que ha creado su propio mundo interior y que, bajo mi punto de vista, está al mismo nivel de otros maestros del onirismo como Federico Fellini, Luis Buñuel, el Alfred Hitchcock de "Vertigo" o "Psicosis" (por cierto, que el último e inolvidable capítulo de "Twin Peaks, the Return" tiene un final muy "hitchcockiano"...), o el Victor Fleming de la maravillosa "El Mago de Oz". 

No tengo otra cosa más que decir: "Twin Peaks: The Return" ha sido, definitivamente, la más valiente, extravagante, estimulante, divertida, terrorífica, compleja, experimental, memorable y la mejor serie de televisión de 2017, y de lo mejor que yo haya visto en serie de TV (¡o de Cine!) en años. Si aún existe vida inteligente en este planeta, el tiempo valorará este trabajo del genial David Lynch y la situará en el lugar que le corresponde.

Aún así, con todo comprendo que sea un producto audiovisual que no guste a todo el mundo y por eso ha tenido una audiencia tan baja (lógico y normal). Requiere un esfuerzo de concentración y paciencia considerable por parte del espectador, el cual ya sabemos que está habituado al ritmo occidental frenético e insano de nuestros tiempos. Y David Lynch es un sabio anciano que cuenta su historia a ritmo de tortuga, tomándose su tiempo, importándole un bledo las modas narrativas de hoy día y otorgando a cada escena la duración justa y necesaria. En fin, que la mayor parte de la gente no está acostumbrada al paso lento y seguro del viejo (algo que ya demostraba Lynch, por cierto, en su otra obra maestra, aquella metáfora hecha película titulada "The Straight Story", un cuento bellísimo sobre la vida y no tan lejos del habitual estilo de David Lynch como muchos piensan...). 

En fin, que es rarísimo ver producciones experimentales, casi propias del "Video-Arte", como "Twin Peaks, the Return" con esta difusión: en los tiempos que corren, es de una valentía inusitada. Mi más sincera enhorabuena no sólo a David Lynch, sino también a Mark Frost, Sabrina S. Sutherland, y a Rancho Rosa y Showtime Networks. Apuestas así me dan esperanzas en el ser humano.

En definitiva, una serie de televisión singular, extraordinaria y magnífica que he disfrutado muchísimo. 

Admiro siempre la individualidad y valentía de los artistas como David Lynch.

¡Saludos y a disfrutar del buen Cine!

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