martes, 28 de abril de 2020

"COVID-19-CÓMIC-20", por Rojocuarzo: seis

La sexta entrega de mi serie gráfica sobre el puñetero coronavirus de marras se titula "El Plan" y está basado en la extraña situación en la que estamos sumidos. Es tan rara que pareciera el catastrófico argumento de una película de Cine Fantástico, de Ciencia-Ficción o de Terror. Y, por lo tanto, me he inspirado en estos géneros tratados tantas veces por mi amado Cine.


"El Plan" (abril 2020)

Mis fuentes confesables y principales para estas cuatro viñetas podrían ser:

1- La que es, bajo mi punto de vista, la mejor película del director danés Lars Von Trier: "Melancolía" (2011); una brillante metáfora (ese "choque" entre la persona que sufre la melancolía y aquella que la desconoce -de momento...-) sobre la depresión, enfermedad muy común en nuestro tiempo a pesar de que las redes sociales se empeñen en negarla y aparentar una absoluta y falsa alegría de cartón piedra. Pero ya sabemos que vivimos en la denominada "era del postureo" y es lo que toca, ¿no? Pues ya está. Bueno, vamos a centrarnos en lo que he tratado de expresar en mi ilustración: aquí muestro el choque entre "el planeta coronavirus" (que se acerca con cara de mala leche, los ojos rojos llenos de ira y el colmillo sacado...) y el planeta Tierra, el cual, después del choque y la posterior fusión con el planeta coronavirus (en la tercera viñeta he representado la unión como se suele presentar en los libros de ciencias la mitosis celular...; ¡de hecho, nuestras células están muy amenazadas estos días, ¿verdad?!), ya no será el mismo.

Una espectacular imagen de "Melancolía", de Lars Von Trier

2- La segunda película que ha estado en mi cabeza mientras realizaba estas ilustraciones en serie es "El Planeta de los Simios" (1968), la obra maestra del gran Franklin J. Schaffner. Esto se refleja, sobre todo, en el texto del cómic (como decía el personaje interpretrado por Charlton Heston"¡Yo os maldigo! ¡Maldigo las guerras! ¡Os maldigo!"). A veces compruebo con horror, al leer algunas manifestaciones públicas actuales, que hay mucho descerebrado radical que pareciera con ganas de una nueva guerra civil. En vez de juntar fuerzas, seguir el sentido común y colaborar de manera responsable con la O.M.S., seguir estrictamente las pautas de higiene que requiere la situación, etcétera; aquí todo el mundo va contra todo el mundo y haciendo lo que le da la gana: es la "cultura del enfrentamiento" que reina, que tan popular ha hecho Twitter y de la que todos nos hemos contagiado. ¡Eso es otro virus acojonante! Se trata de llevar la contraria, sin fundamento, sin rigor, sin criterio. Y creo que así vamos mal, muy mal.

"El Planeta de los Simios" (1968), de Franklin J. Schaffner

3- Podría decir que la tercera fuente podría ser la magistral novela "La Guerra de los Mundos" (1890), de H. G. Wells y, sobre todo, la ácida película "Mars Attacks!" (1996), de Tim Burton. En esta simpática película (basada en una serie de cromos de los años 60) unos adorables marcianos nos invaden tratando de aniquilarnos y en ella brilla la estupidez del ser humano en todo su esplendor, como en los grandes clásicos de zombies de George A. Romero, donde lo peor no son los zombies, sino los seres humanos ("Homo homini lupus", que dijo Thomas Hobbes; es decir, todos conocemos los tremendos horrores de los que es capaz la humanidad para consigo misma, ¿verdad?). 

Un cromo de "Mars Attacks!" de los años sesenta

Además, y hablando de horrores: ¿alguien me podría explicar cómo puede llegar a ser presidente de un gobierno un individuo que propone como solución al coronavirus una inyección de desinfectante en las venas? ¿Cómo puede haber aún gobernantes ceporros que desafían y niegan la realidad de esta pandemia, condenando a su propio pueblo? ¿Cómo es posible que exista tanto berzotas ocupando cargos con tanta responsabilidad política y social? ¿Volvemos a la Edad Media entonces? ¿Negamos a la Ciencia y sus avances? ¿Negamos la eficacia de las vacunas, por ejemplo? ¿Nos protegemos mejor con amuletos colgados de los "chakras" en vez de con mascarillas FFP2 ó FFP3? ¿Hasta dónde puede llegar la estupidez humana? ¿Es cierto que es infinita, como afirmó Albert Einstein? ¿Será así?

En fin... Es de locos. Algo incomprensible que creo que nunca podré llegar a entender. Bueno... Voy a seguir hablando un poco sobre mi cómic...

Su título, "El Plan", va por esa invasión marciana: es decir, desde la primera viñeta, vemos como los metálicos platillos volantes se van acercando a La Tierra y, una vez que el ser humano se ha auto-aniquilado sin remedio gracias a su estulticia, los alienígenas aprovechan la ocasión para invadir el planeta y conquistarlo. 

Y el posterior "The End" que he dibujado es haciendo alusión al clásico final de los films que todos conocemos (y al hipotético final de la humanidad que planteo si no conseguimos ir todos a una contra nuestros problemas de verdad y de manera eficiente, sin hablar tanto y actuando más: el COVID-19, la contaminación, el cambio climático, la erradicación de la pobreza, la convivencia pacífica entre distintas religiones e ideologías, ...). Porque si logramos superar esta pandemia y, después, no conseguimos cambiar y ser todos realmente mejores, o sea, más respetuosos con la Naturaleza y con nuestro prójimo, no será un éxito: será un fracaso.

Mis ideas surgen de la continua meditación, de estar siempre imaginando, pensando, escuchando y leyendo aquí y allá. Después voy anotando donde pillo y, la mayoría de las veces, esos apuntes acaban olvidados para siempre en uno de los numerosos cajones de mi estudio.

El inicio del "brainstorming" de mis dos últimas entregas

Algunas de esas cosas absurdas que leo, escucho o me imagino encienden mi fuego y, si el incendio contiene suficiente energía, al final logro desplazarlo, avanzarlo y acabarlo en el resultado de una ilustración, un cómic, una pintura, un escrito, etc. En definitiva, el proceso creativo tiene como fin convertir una idea incorpórea en algo tangible. Y digo "cosas absurdas" porque Internet es el campo de cultivo ideal para ellas y hoy día, en algunos aspectos, me está recordando a épocas pasadas (y que creíamos superadas) como pudiera ser la ya citada Edad Media o la más cercana (si es que alguna vez se fue...) Guerra Fría. Y, lógicamente, si analizamos el Cine de serie B norteamericano de los años 50 y 60 (y, principalmente, el Cine Fantástico de la época) veremos muchas metáforas y mensajes subliminales sobre dicha guerra entre EE.UU. y la antigua URSS (con China siempre por medio, claro). Un claro ejemplo sería la extraordinaria "La Invasión de los Ultracuerpos" (1956), del maestro Don Siegel, una brillantísima alegoría política en la que el "macartismo" estaba representado por vainas alienígenas. En fin, el miedo a la invasión comunista; el miedo al extranjero; miedo a que "nuestra pacífica estabilidad" (¿o lo llamamos más bien "conformismo"?) se vea alterada por una amenaza insondable... ¿Y no es el conformismo, en sí mismo, la aburrida homogeneidad que pareciera que muchos buscan, ya una amenaza?

"La Invasión de los Ultracuerpos" (1956), de Don Siegel

Hablando de China y de la Guerra Fría: una de las teorías conspirativas (en serio: creo que no hemos salido de la Guerra Fría aún...) que he leído hace poco es que el país que ha ganado ya la "Tercera Guerra Mundial" es China, sin disparar ni un sólo misil. Como es el principal fabricante del mundo (de todas las cosas que consumimos; y también fabricantes de mascarillas, guantes, respiradores, ...; ¡y de todo en general!) y parece ser que es el país que está avanzando más en investigación para crear una vacuna contra el COVID-19, al final todos los países tendrán que acudir a China si quieren salvarse de la crisis sanitaria, con el correspondiente dominio (económico) total.

No sé: yo personalmente no creo en dichas teorías conspirativas. Me niego a entrar en esa paranoia propia de la Guerra Fría y que podrían invitar a más de un radical descerebrado a la absurda xenofobia. Además, no olvidemos los muertos en China. ¿Un sacrificio de los políticos chinos sin escrúpulos? ¡Ufff! Me parecería muy fuerte y muy difícil de creer. Mi fe en el ser humano en un mundo poco humano se resiente cada vez más, es verdad, pero no creo que pueda llegar a tan altas cotas de malignidad. Al menos, espero que no, claro. Sería algo terrorífico, como el Holocausto nazi o las bombas atómicas estadounidenses de Hiroshima y Nagasaki. En fin... Bueno, con el tiempo, todo se sabrá, supongo.

Bueno, nada más, que ya me he enrollado mucho. Espero que os guste mi cómic y... ¡hasta la próxima!

Un saludo.

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