viernes, 6 de abril de 2012

La belleza natural de los minerales (1)

Esta entrada del blog va a parecer una aburrida lección de Geología o algo parecido, pero el hecho es que tiene mucho que ver con mi obra artística. Como siempre, procuraré no extenderme demasiado en la explicacion.
Colecciono minerales, que yo recuerde, desde que tengo ocho años de edad. Por mis manos han pasado muchas piedras. He organizado muchas salidas al campo, a minas, canteras... He visitado varias ferias de rocas, fósiles, minerales, piedras preciosas... En fin, es uno de mis vicios confesables...


Apofilita sobre Estilbita (India)

Pero nunca dejo de sorprenderme de la deslumbrante belleza que los minerales poseen. Y en mi caso, es algo que me inspira. Es fascinante que, debajo del suelo que pisamos, existan tales maravillas esperándonos, ahí, escondidas, aún por descubrir. Y es triste pensar que, por otro lado, estos recursos no son ilimitados y que muchos cristales maravillosos son machacados o triturados todos los días con fines industriales o de índole similar. Lógicamente, yo lo veo así, claro, desde el punto de vista coleccionístico y artístico. Quizás un perforista o un barrenero me diría que estoy como una cabra harta de papeles.

Wulfenita y Mimetita (Méjico)


Ojo, una aclaración antes de seguir: muchos amigos me han preguntado, al mostrarles mi colección de minerales, que en qué joyería tallan esos cristales y los pegan sobre la roca. Siempre les corrijo y les explico. No, no es nada artificial. Estas maravillas salen así del interior de la Tierra. Todos los minerales son cristalinos. Los cristales son sólidos cuyos átomos se disponen siguiendo un patrón tridimensional, repetido y específico, es decir, todos los cristales de un mismo mineral siguen un mismo patrón atómico. En Geología hay una ciencia, la Cristalografía, que se encarga del estudio de las propiedades geométricas de la estructura interna de los cristales.

Repito que no quiero extenderme demasiado con explicaciones técnicas, pero no, no están tallados ni pegados artificialmente con adhesivo a la roca. En la naturaleza se pueden encontrar tal y como los veis en estas fotos que publico aquí  (bueno, un poco más sucios, con tierra, trozos de raíces, insectos y demás...; pero en fin, nada que no arregle un buen lavado). Es algo apasionante, creedme.

Cristal de Calcita (también llamado "Espato de Islandia")


Poco a poco iré desvelando aquí el proyecto en el que estoy trabajando ahora, que abarca tanto la realización de una serie de pinturas como el dibujo de una novela gráfica (el guión ya está terminado), y que tiene mucho que ver con la Geología, las rocas, los minerales, las capas o estratos, el tiempo... 

Cristales de Cuarzo Rojo con Esfalerita (también llamada Blenda)


La pintura siempre la he entendido así, "muy geológicamente": es decir, como una serie de aplicación de diferentes capas, las cuales cada una tiene lugar en un momento determinado y necesitan su tiempo específico. Un trabajo muy parecido a como lo haría un químico. La obra pictórica, al final, es un objeto tridimensional más que otra cosa. Y dentro de esas citadas capas, sorprendiéndonos, aparece la belleza. O, al menos, sorprende al que quiera o pueda verla como tal, claro.

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